Rebaja transitoria del IVA ¿Solución real o letra muerta?

Dentro de las iniciativas planteadas para el financiamiento de las ayudas estatales, se aprobó la idea de una rebaja transitoria del Impuesto al Valor Agregado, IVA, para algunos bienes considerados esenciales. Esto, con el objetivo final de traer alivio a las familias que destinan gran parte de sus ingresos al consumo. El proyecto considera rebajar de un 19% a un 10% productos como el combustible, sanitarios, servicios de hotelería entre otros y reducir de 19% a 4% para productos considerados como básicos, tales como harina, huevos, leche, frutas, verduras etc.

En primer lugar, es lícito preguntarse ¿en caso, de aprobarse, asegura una baja real en los precios de los productos considerados? La respuesta a esta interrogante tiene matices. El precio final de un producto está compuesto por el costo, la utilidad y el IVA. Desde ese punto de vista, una rebaja en el impuesto implicaría una baja en el precio final, sin embargo, también hay que considerar que el precio se regula a través de la oferta y demanda, por lo que, si existe alta demanda por alguno de estos bienes, el precio no necesariamente bajaría en la misma cuantía o proporción. En síntesis, nada asegura que esta rebaja se traslade a precio final.

En ese sentido, la idea reviste varias dificultades. La primera de ellas, es la que ya se indicó, nada asegura que los precios realmente bajen, pues se regulan por oferta y demanda y no solo dependen del vendedor final, sino de una cadena hacia atrás, que incluye a productores y distribuidores. Lo segundo es que podría abrir una puerta a una evasión mayor de IVA, dado que se podrían sobrevalorar las ventas de los productos con IVA rebajado, para pagar menos impuesto. Por lo tanto, para que la idea genere medianamente el efecto deseado, se debería invertir una cantidad no menor de recursos en fiscalización y control, lo que hace necesario un análisis de costo beneficio más acabado, sin caer en un escenario de fijación de precios, que traería efectos aún más nocivos al sistema, como en surgimiento mercados negros.

Un tema también a discutir es el hecho que el IVA es un impuesto de carácter regresivo, afecta en mayor proporción a las personas de menos ingresos, por lo que una rebaja de este necesariamente va a generar una rebaja importante en los segmentos económicos más altos.

En ese contexto, ¿qué alternativas, se podrían barajar? Dado lo expuesto anteriormente, una solución podría ser una devolución parcial del IVA. Es decir, que las personas naturales sin giro, puedan declarar sus compras, su consumo, y que parte de este monto se les devuelva, replicando el sistema que utilizan las empresas y, puesto que la emisión de boletas de venta es electrónica, se podría hacer una mejora al sistema, de tal manera que se incluya el rut de comprador, lo que facilitaría su implementación.

José Navarrete Oyarce director de Ingeniería en Administración de Empresas
Universidad Andrés Bello