Salgan de mi playa
El chiste dice así; Estaba el señor juez en su despacho sosteniendo en sus manos…al revés…un diario cuando ingresa su secretario el que le trae algunas carpetas. Al notar que su jefe está hojeando el periódico así le dice al oído.
– Usia. Tiene el diario al revés. Y este…contrariado le responde.
– Yo soy juez y leo como quiero.
¿Recuerdan al guatón de Gasco cuando salió a corretear a unas damas (si mal no recuerdo al menos una era monja) que habían osado sentarse a descansar en SU PLAYA?
Bueno…tras estos actos de soberbia se oculta una pulsión muy propia del ser humano. La de adelantar por la berma. Somos abusivos y sólo preceptos morales contienen que no vayamos por la vida desplazando… pisoteando… pasando a llevar a otros… con menos luces…menos contactos…menos carácter.
Un buen ejemplo fue cuando el senador Guido Girardi hizo uso del sistema de franqueo postal de la Cámara para enviar algo así como tres mil quinientas cartas a adherentes.
En muestra subcultura chilensis hemos acuñado una máxima; «el mundo es de los vivos». Un tengo…por ahí…en una de sus estrofas dice; «…el que no llora no mama y el que no mama es un gil».
Y precisamente es por un Gil que estoy escribiendo éstas líneas.
Alejandro Gil…73 años…empresario…que se inició en los negocios allá por los 70 como camionero…de esos que la CIA financió generosamente para hacerle la vida imposible a Allende…sin estudios superiores (y está por verse si terminó la media)…hoy presidente del Directorio de la Clínica Las Condes. Y uno se pregunta, ¿Cómo es que llegó a ese puesto?
El que a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija, dice el refrán popular. Pues bien…el individuo en cuestión es la pareja de doña Cecilia Karlesi…quien a su vez es hija de la difunta María Luisa Solari…de los Solari dueños de Falabella, empresa que un tiempo atrás mediante una Oferta Pública de Acciones comprara el 50,05% de las acciones de la Clínica pasando a ser los controladores. Si estuviésemos en el ámbito público estaríamos hablando de nepotismo.
Y éste individuo obligó a dos funcionarias de la Clínica a que le inoculasen una tercera dosis de la vacuna para el Covid 19.
La jefa de atención de Urgencia renunció…la enfermera que lo pinchó fue despedida y hoy sabemos que la jefa de los médicos no resistió la vergüenza y también se mandó cambiar.
Y Gil…haciendo honor a su apellido..primero aseguró haberlo hecho por expresa recomendación de su médico tratante…como si la opinión pública no supiese que está en veremos si ello se aplica…y luego desmintió que su interés en ese refuerzo profiláctico se debía a un proyectado viaje a Miami.
Y…un detalle no menor. El costo de la vacuna es irrelevante. El tema es que en chile estas son todas DE PROPIEDAD FISCAL.
Y ahí está…nuevo niño símbolo de los abusivos. La clínica sometida a un Sumario Sanitario y tal vez su pareja le corta el agua un mes y…luego…como dice el poema…»tras la paletada nadie dijo nada».
Alejandro Iglesias