“Agosto, Mes del Corazón”
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile y en el mundo, afectando tanto a hombres como a mujeres.
De ellas, el accidente cerebrovascular, el infarto de miocardio y la enfermedad hipertensiva son las de mayor magnitud, principalmente para la población de 75 años y más y quienes presentan enfermedades crónicas de base.
Es importante considerar, entonces, que los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, son el consumo excesivo de tabaco, el sedentarismo y los malos hábitos de alimentación.
El tabaquismo es un reconocido factor de riesgo para la generación y progresión de enfermedades cardiovasculares de origen aterosclerótico, consecuencia del efecto que tiene el humo del tabaco sobre el sistema cardiovascular.
Se establece que 30% de las muertes por enfermedades de las arterias y el corazón son debidas a este hábito nocivo, sin embargo, la modificación hacia un buen estilo de vida en la conducta de este factor de riesgo puede reducir las afectaciones cardiovasculares y aumentar la calidad y esperanza de vida en pacientes fumadores y no fumadores expuestos al humo del tabaco (estos últimos considerados como fumadores pasivos).
Por otro lado, el sedentarismo (principalmente tiempo destinado a estar sentado) ha emergido como un importante factor de riesgo vinculado al desarrollo de obesidad, diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), hipertensión arterial, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares (ECVs), cáncer y mortalidad.
Consideremos que el sedentarismo ha sido uno de los principales problemas durante este periodo de pandemia y numerosos estudios han demostrado que las personas sedentarias (aquellas que se ejercitan menos de 3 veces por semana) tienen un riesgo 2 a 10 veces más alto de morir de una enfermedad cardiaca que los individuos entrenados.
Mejorar la capacidad física es una de las mejores formas de disminuir el riesgo cardiovascular, para esto las actividades a realizar debe ser: caminar, trotar, bicicleta, natación, entre otros.
La recomendación es realizar actividad física por lo menos media hora idealmente todos los días o 5 veces a la semana.
Se ha demostrado que el ejercicio físico regular puede reducir el riesgo de tener un infarto al corazón o morir por esa causa en un porcentaje que fluctúa entre 35 y 45%.
Otro de los factores de riesgo mencionados es la alimentación, hace falta seguir educando con relación a la dieta.
No olvidar que es importante comer varias veces al día en porciones pequeñas, aumentar el consumo de frutas, verduras y fibra, reducir el consumo de sal a no más de 4 a 6 gramos diarios.
Si los factores de riesgo fueran eliminados se podría prevenir al menos el 80 % de las enfermedades del corazón, las cerebrovasculares, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo 2.
Karen Yáñez Osorio
Docente Enfermería
UNAB Sede Concepción