Recuperación económica de Chile: ¿Seguirá la tendencia al alza?

En un país donde los recursos materiales y humanos han estado disponibles para su funcionamiento desde el inicio de la pandemia, y donde además se han sumado prácticas como la digitalización y el comercio online, se espera que la recuperación económica siga creciendo aún siguiendo en situación de pandemia.

20,1% de variación en doce meses presentó el Imacec en el mes de junio, lo que da cuenta de una rápida y consistente recuperación económica en el país. Se trata de una cifra histórica de crecimiento que está principalmente liderado por la producción de servicios y por comercio, ambos sectores fuertemente afectados desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en marzo de 2020, donde los meses de mayo y junio fueron los más críticos tanto en lo sanitario como en lo económico.

“Este número es una gran noticia porque no solo va en una dirección correcta, con un alto crecimiento, sino que supera las expectativas que tenía el mercado, teniendo en consideración la baja base de comparación, los antecedentes sectoriales y cómo venía avanzando este indicador meses atrás. Pero sobre todo es una gran noticia porque los sectores más afectados desde los inicios de la pandemia, son hoy los que se recuperan con más fuerza”, afirma Esteban Carrasco, director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián.

En este contexto, el experto menciona los efectos que tuvieron las ayudas económicas del Gobierno y los retiros de los fondos de pensiones, los que introdujeron mucho circulante y liquidez al mercado, y se ha traducido en un alto poder adquisitivo de las personas durante estos meses.

Pero además destaca, a diferencia de otras crisis económicas del pasado, en esta oportunidad los recursos físicos y humanos han estado siempre disponibles para retomar la actividad económica, por lo que era esperable que la recuperación fuese más robusta.

“En otras ocasiones hemos visto, por ejemplo, un deterioro en los fundamentos económicos y posterior corrección de las expectativas, tasas de interés y otros, tal como ocurrió en 2008, con un sistema financiero gravemente afectado por la crisis Sub Prime. También hemos visto crisis desencadenadas por la destrucción de la infraestructura, como fue el caso de los efectos del terremoto de 2010. Pero en este caso, la crisis de la pandemia no generó una debacle de infraestructura ni de los fundamentos de la economía, sino que en esta la situación de pandemia los recursos están presentes, con las maquinarias, infraestructura y personas, dispuestas y disponibles para retomar la actividad”, explica.

Así, la forma en que la mayoría de los países del mundo enfrentó esta pandemia, con confinamientos que privilegiaron la salud de las personas, generó este efecto no deseado en las economías. Sin embargo, hoy, con las medidas sanitarias correspondientes e incluso con un proceso de vacunación avanzado, se está logrando una rápida reactivación económica.

“En la medida en que se ha ido internalizando la situación sanitaria, donde tanto las personas como las organizaciones hemos aprendido a vivir en una situación de pandemia y teniendo todos los cuidados sanitarios, se ha empezado a abrir y retomar la actividad. Y esto debiera ser una tendencia a seguir porque muchas de las medidas tomadas desde los distintos actores de la economía -como la digitalización, comercio online, los despachos a domicilio, entre otros- van a permanecer y quedar en las economías, generando también mayor dinamismo y facilidad en la actividad económica a futuro”, asegura el académico, quien además es ex Subsecretario de Economía.

Finalmente, menciona que “si la situación sanitaria se mantiene a raya, deberíamos ver que la actividad económica siga la tendencia al alza y nos restaría solo ver los efectos de la situación política que estamos viviendo como país”.