La Partida de Don Carlos un Navegante y uno de los últimos viejos pescadores de San Antonio.

Para mi es difícil despedirme de un hombre como “ El Capitan Don Juan Carlos Silva” , como lo llamaba respetuosamente y a él le gustaba. El ahora navega en el Mar de la Eternidad y se fue de este mundo abrazado fuertemente de su mujer doña Adela Letelier Silva su compañera de hace 40 años, ayer alrededor de los 08:00 hrs en Llolleo alto donde tenía su casa propia.
Se fue sin dejar descendencia pero crió a otros como si lo fueran y tuvo esos nietos que amaba y que los impulsaba a cada momento a ser mejores hombres y mujeres.
Amaba la vida marina y la respetaba , criaba gallinas que eran su pasión y a su amigo perro “Rambo” , este quien lo trataba de seguir a todas partes si podía y a su gato “ Miroslaviu”
Lo conocí en 2017 y era fascinante escuchar sus historias mientras almorzaba y así año a año lo fui escuchando y aprendiendo de las aventuras de este verdadero Lobo de Mar.
Nació en Talcahuano el 25 de mayo de 1940. Llegó a San Antonio alrededor de 1960 y a los 16 años se dedicó a navegar como tripulante de diversas embarcaciones . Navego como muchos pescadores a veces semanas y semanas, llevando al puerto con su preciada carga y volvía a salir y como muchos capitanes o patrones debiendo volver a preparar solo o casi solo la embarcación para salir y aunque nunca logró tener una lancha propia, navegó en varias distintas y en distintos pesquerías y estando a la captura del Pez Espada, frente a Algarrobo y mal llamado Albacora nuestro país, se “manearon” o enredaron su hélice con su propia red y quedaron a la deriva por más de 17 días y lograron regresar a tierra daños y salvos en la bahía de Pichidangui y cuando ya estaban en la bahía y habían logrado navegar y llegar con su velamen de sacos  recién los logró localizar un avión naval. Esta hazaña le significó al Capitan y su tripulación ser entrevistado varías veces por canales de televisión entre ellos el del Pollo Fuentes en los 80, ya que gracias a la experiencia y conocimiento de este capitán que hizo botar  el hielo y utilizando los sacos logró coser con sus tripulantes una vela con la que navegó hacia tierra ya que las corrientes se los llevaron hacia alta mar y hacia el norte, debiendo racionar el agua y la comida, pero le sucedió como a otros hombres de Mar varias veces , aunque esta fue una de las más largas.
Muchos pescadores más jóvenes en San Antonio, navegaron bajo su mando y aprendieron de él y había unos muy buenos y otros definitivamente que no servían para el mar como decía el, por lo que dejos regafas sus enseñanzas.
Siempre me sorprendió su claridad de conceptos y pude verlo en sus últimos tiempos donde pase a sus tremendos dolores de su cancer trabajaba intensamente en su casa para dejarla mejor a sus nietos y a su mujer (Adela), incluso al no poder seguir navegando a mediados de 2019, transformó su ante jardín en una lancha pesquera.
Recuerdo que una vez me contó que conoció a mi papá cuando se dedicaba a trasladar pescado a Santiago y a otros lugares de Chile y que se caracterizaba por no engañar a los pescadores y por pagar muy bien la pesca.
Me quedo con sus grandes historias que tuve el privilegio de escuchar y algunas de escribir. Estaba tan contento de que que uno de sus nietos adoptados hubiese ingresado a las FFAA, pues el mismo había querido ser de la Armada y fue rechazado por sus pies planos, pero siempre se fue al mar que era su otro gran amor y se sentía así al escucharlo relatar sus numerosas aventuras como el haber visto alguna ves objetos brillantes bajo el mar y otras cosas como un buque con muchas luces y música y al acercarse desapareció, y decía se ven muchas cosas extrañas en el mar a través de la vida pero reportarlas sin mayores pruebas es engorroso.
Siento mucho su partida y aunque no es comparable a lo que sienten sus familiares me quedo tranquilo con saber que ahora ya navega en el mar de la eternidad
Adiós Capitán en el recuerdo quedarán sus enseñanzas, sus bailes de cueca y escuchar música como eran algunos de sus gustos.
José Luis Brito