Recuerdan a conocido impulsor de los radiotaxis: Moisés Auger Cares
Moisés Auger Cares falleció el pasado 16 de noviembre tras complicaciones de salud, quien fue conocido por su gran trabajo impulsando desarrollo del rubro de los radio-taxis en la zona, así como también el vinculo que tuvo con la comunidad, que sigue dando sus muestras de afecto a sus cercanos.
Verónica Urbina Soto, viuda del conocido vecino del sector de Llolleo, fue quien lo recordó, relatando que en sus 34 años juntos siempre destacó el sentido de humanidad que tenía, algo que siempre salía a relucir desde que lo conoció en Chiloé hace más de tres décadas.
Moisés Auger Cares tenía 66 años al momento de su fallecimiento, un constructor civil de profesión, a quien la vida lo llevó por diversas ciudades del país a lo largo de su historia, probando en diversos rubros, siempre con la idea de poder reinventarse acorde a sus necesidades.
Veronica Urbina recuerda que lo conoció en Chiloé, donde, “se quedó por años en el sur, trabajando con lanchas que compró, pasando por ciudades como Quellón y Castro, donde hacia cabotaje, donde también pudo unir a los pescadores de la zona, colaborando también para que ellos pudieran desarrollar su rubro de mejor manera, que se les respetaran sus derechos. Él siempre tenía la idea de que había que escuchar al otro para ver su opinión, puede que a veces coincidieran, puede que no, pero no cerrarse a nada. Él siempre fue así, siempre trata de organizar, desde joven que fue el presidente del centro alumnos en el colegio, siempre fue como líder. Por ejemplo con los radio-taxis fue igual, él no era abogado pero por ejemplo una vez tomó todos los papeles y buscó lo que se podía hacer. Para mí era una persona muy inteligente”.
La pareja, que no tuvo hijos, pasó por diversas ciudades del sur de Chile, como Puerto Natales, Aysén, siempre trabajando en distintos rubros, dando cuenta del esfuerzo y las ganas por salir adelante.
Tiempo más tarde y por diversas circunstancias de la vida, llegaron a San Antonio, ciudad en que Verónica Urbina tenía sus raíces y familia, instancia en que Moises Auger, “ aquí se reinventó. Ahí tuvo la idea de trabajar como radiotaxi, empezó de forma clandestina, pero vio que si se podía buscar la forma de hacer esto legal; ahí empezó a moverse, a ver, contactó a más personas que estaban igual clandestinos, colectiveros y empezó a mover todo esto junto con otras personas, para crear este proyecto de Radio Taxi Ejecutivo acá en San Antonio.
Desde ahí fue un largo camino, siempre con altos y bajos, de esfuerzo y mucho trabajo, algo que caracterizaba a Auger, quien siempre daba lo máximo en sus labores.
En los últimos años decidió ir vendiendo los vehículos que tenía trabajando en los radiotaxis, “decidió hace unos tres o cuatro años atrás que ahora iría solo, dijo que ya estábamos en una etapa en que vamos de vuelta, yo igual le exigí que ya basta. Él trabajaba día y noche y ya era mucho y le iba a pasar la cuenta. Así fue que trabajó solo y así tenia su clientela, que era muy fiel y cercana con él, algo que nunca pensé, porque las muestras de cariño, de afecto y en su recuerdo han sido conmovedoras. Conocí gente que me decía que a la única persona en que confiaba para que sus hijos se fueran solo era a él, fue mucha gente que me dijo lo mismo, que incluso no le daban permiso a sus hijos para salir a menos que lo fuera a buscar Moisés”, explica su viuda.
Así siguieron en estos los últimos años, donde a pesar de seguir trabajando incansablemente, podían darse más tiempo para disfrutar de la playa, Horcón era uno de sus lugares favoritos para visitar.
Sin embargo, esos planes de seguir disfrutando la vida juntos se vieron afectados, cuando por complicaciones de salud, su marido falleció la madrugada del 16 de noviembre.
Urbina explica que previamente había tenido una infección pulmonar pequeña, “la cual fue tratada con remedios y tratamientos de la cual quedó bien, pero después de una semana que se había sentido muy bien, me dijo que no podía respirar, estaba muy mal. Partimos al hospital, lo dejaron ahí, él me mandó un audio en que me decía que lo iban a dejar, lo que me dejó, aunque preocupada, un poco más tranquila, porque qué mejor que estar ahí, donde lo podían atender. Ahí le hicieron todos los exámenes necesarios, porque a él le costaba mucho respirar, se cansaba; la cosa es que al otro día lo voy a buscar, pensando que iba a estar mejor o quizás hasta lo daban de alta, parecido a una vez anterior que había estado una semana hospitalizado, pero ahí me dijeron que lo habían pasado a la UTI y me entregan su ropa. Pensé que ahí estaría mejor atendido para su recuperación, pero fue el sábado en la mañana me llama un ex compañero de mi sobrino, que le tenía mucha estima a Moisés, quien me dice que podía ir a verlo para que me pudiera despedirme, porque puede que no pasara el día”.
Asimismo relata que en esa ocasión, “me fui volando y aunque me despedí, no le dije nada que él no supiera, yo siempre le decía todo, le di las gracias por estos 34 años, porque me hizo feliz, tuvimos altos y bajos como todo matrimonio, no tuvimos hijos entonces éramos los dos muy apegados, él hasta el ultimo día fue muy preocupado por mí. Nosotros llevamos una buena vida juntos, nunca me faltó nada, siempre con el respeto. Así me fui a la casa, pensando en que en cualquier momento me podían llamar y fue así que a las 05:07 de la madrugada de ese día, veo que tengo una llamada del número de la UTI de San Antonio. Ahí no sé lo que me dijo la señorita, algo le escuché en una parte, porque me bloqueé, porque sabía lo que había pasado. Ahí lloré, fue muy fuerte porque yo tenía planes de vida con él, viejitos, disfrutando los dos, él estaba esperando para que jubiláramos los dos. A mí me gusta viajar, a él no mucho, le gustaba la playa, pero no alcanzamos a muchos de los proyectos que teníamos”.
Tras el fallecimiento de quien fuera un conocido dirigente de la asociación de radiotaxis, las muestras de cariño, afecto no han dejado de llegar, lo que además de agradecer, sorprenden a su viuda, quien nunca se imaginó la gran huella que dejó su esposo en la comunidad.
“Yo trabajo en la seremi de Salud, tengo muchos compañeros, he trabajado y conocido a mucha gente y pensaba que era yo, porque la gente llegaba, llamaba por teléfono, compañeros de colegio, universidad, de trabajo, choferes, vecinos que recién lo estaban conociendo en San Juan donde nos fuimos a vivir, demasiada gente que ha dado sus muestras de afecto. Yo quedé sorprendida, yo no entendía o dimensionaba el cariño que tanta gente le tenía, hasta ahora tengo gente que me sigue escribiendo o llamando para hablarme de él, de sus experiencias con Moisés y lo que le estimaban. Eso es algo que me emociona, él no era muy extrovertido, pero si sé que era alguien quien quería mucho la gente, era de detalles con la gente, esa era su forma de demostrar la cercanía con la gente”, comenta Verónica Urbina.