Ilusión o ansiedad las reacciones opuestas que pueden tener los niños ante el retorno presencial a clases
El psicólogo infanto juvenil Eduardo Pino, académico de la Universidad de Magallanes, explicó qué conductas podemos observar en los escolares frente a la vuelta al colegio
Hace dos años que los niños y adolescentes no tenían clases presenciales obligatorias y esta semana el retorno a las aulas marcó la vida de millones de escolares. El regreso al colegio ha estado marcado por el fin de los aforos reducidos y de las clases híbridas, dando paso a las medidas de autocuidado y al uso de mascarilla.
Esta vuelta a la vida escolar en la “nueva normalidad” puede ocasionar reacciones muy distintas en los niños, explica el psicólogo infanto juvenil y académico de la Universidad de Magallanes (UMAG), Eduardo Pino. “Podemos observar aquellos que están ilusionados, que están deseosos de volver a compartir con sus amigos, con sus compañeros, en un ambiente en el cual la presencialidad se vuelve muy importante en la socialización, en la integración y otros que presentan altos niveles de ansiedad, principalmente por expectativas negativas y pesimistas”, detalló el profesional.
Pino agregó que en este último punto la ansiedad se puede producir por temor a “no lograr integrarse, no ser aceptado y querido por su grupo de pares, y también por no cumplir con los requerimientos o las demandas académicas que le son exigidas en su medio escolar”. Esto, acotó, “puede causar reacciones relacionadas con irritabilidad, baja motivación, algunas veces con aislamiento social y principalmente problemas de adaptación, los cuales traen como consecuencias dificultades en que este niño pueda pasarlo bien y generalmente tener esta reticencia de volver a clases y verlo como algo muy negativo”.
¿Qué hacer en estos casos? Para que los niños, especialmente los más pequeños, puedan de alguna manera integrarse a esta nueva normalidad, a las normas más restrictivas y al nuevo tipo de convivencia que se debe adoptar y muy distinto al pre pandemia, una buena opción es invitarlos a esta realidad desde un punto de vista lúdico a ser protagonistas “y adquirir un rol importante dentro de lo que significa el curar al mundo, el tener un mejor entorno en el cual todos nos estamos sanando y estamos tratando de convivir de la mejor manera”.
También es relevante “no poner siempre el hincapié en aspectos negativos, pesimistas, los cuales muchas veces los adultos, sin darse cuenta tienden a fomentar en forma consistente y permanente, debido a que eso en el niño va provocando una situación de indefensión frente al control de la situación”.
El académico de la UMAG recordó que “la socialización para los niños es fundamental dentro del proceso de su desarrollo, en ella se prueban las habilidades cognitivas, se regula también el funcionamiento emocional y afectivo, y se colocan al servicio de esta convivencia que se tiene tanto con pares como con adultos dentro de un sistema o agente socializador, que después de la familia tiene una gran importancia dentro de lo que significa la formación de este ser humano. Es muy importante porque aquí se resuelven los problemas, se aprende de alguna manera a tolerar la frustración, se va adquiriendo la confianza y la autonomía dentro de este funcionamiento del escolar”.