Una sugerencia para “ALGUN@S” funcionari@s públicos
El atender de malas ganas, saludar de forma irreverente se ha transformado últimamente en una conducta habitual en ALGUN@S funcionari@s públicos de nuestra región, específicamente y con demasiada notoriedad en el Registro Civil, en el Servicio de Impuestos Internos, en la Tesorería General de la República, como también en ALGUN@S funcionari@s de distintos departamentos de las Municipalidades de la provincia y de la región, de las Gobernaciones, de los Hospitales o policlínicos; sin escapar en esta apreciación a muchos asalariad@s de otras organizaciones públicas pertenecientes o no al Estado.
Ser levantados de culo o tener el trasero a la altura de los hombros, es muy propio y muy normal en ALGUN@S oficinistas acá en la provincia de San Antonio y en todo Chile, por lo demás. El creerse superiores es una muy mala conducta de estos funcionari@s públicos, ya que no lo son, y por el solo hecho de creerse la raja y no calificar para serlo, caen en una conducta de soberbia tremenda, más aun, en una engreída y arrogante forma de trabajar.
Como si fueran grandes facultativ@s o ingenier@s de la NASA, con estudios en Harvard, Cambridge y Stanford, o intelectuales, teólogos o profesores con vastos conocimientos en diversas ciencias y materias. No obstante tengo la seguridad, que estos magister y doctorados no serían engreídos ya que poseen el don del conocimiento y por ende de la humildad.
Es muy desagradable ir a estos organismos del Estado y encontrarnos con estos trabajador@s que tienen esa actitud de repelencia y fantochería, siendo por lo mismo, que el resultado de su trabajo, sea pésimo. Es de suma importancia hacerles ver que ellos son funcionarios del Gobierno de Chile y que con los impuestos que tributamos tod@s los chilen@s tienen su salario, que comparativamente con otros trabajador@s del país, hoy en día, no es un mal sueldo.
Cuando las personas ganan buen dinero, adquieren distintos bienes; y ALGUN@S lamentablemente compran una arrogancia innecesaria. Tener el ego alto, sentirse importantes y orgullosos por pertenecer a estas instituciones del Estado, no es malo, lo malo es jactarse de serlo, siendo autorreferentes y no reconocer la mala atención y mala educación que se tiene con el contribuyente al atenderlos con arrogancia. Muchos argumentan que haciendo su trabajo bien, con expertis y productividad basta, lo demás no importa. Al contrario, tienen que tener la claridad que es parte de su trabajo, el ser atentos, gentiles y educados con el público que atienden.
El hecho de ser funcionarios públicos, los hace ser SERVIDOR@S PÚBLICOS y por ende poseer y cultivar diversas características esenciales para este trabajo como las de “Servir y atender las necesidades de los ciudadan@s del país de forma correcta, tener la vocación de servicio necesaria y el compromiso para escuchar, entender y resolver las necesidades del ciudadano”. Tienen que ser cordiales y respetuosos con las personas que requieren sus servicios, en el fondo ser consecuentes con el perfil que el Estado de Chile dice, busca y espera que deba poseer un servidor público. Hagan bien su trabajo, trabajen sin arrogancia; no se crean lo que no son y no califican. Y siempre tengan la claridad que son servidor@s públicos, al servicio de la gente de su país; el creerse superiores no es correcto, ni por el dinero que ganan, ni por el trabajo que poseen o sus conocimientos.
HUBERZZA