Esta vez el voto obligatorio es primordial
Muchos aún no están de acuerdo que el voto en Chile sea obligatorio, ya que piensan que en democracia no se puede obligar a los ciudadanos a sufragar sino que al contrario, tendría que ser solo un compromiso voluntario, a la vez, otros compatriotas también opinan que este bien o mal llamado DEBER CÍVICO CON EL PAÍS ha ido en baja a través de los años, en el fondo, desmotivado y desincentivado por el mal ejemplo de la clase política nacional, por lo que el ciudadano común y corriente no se siente motivado o involucrado a participar en las elecciones o plebiscitos en el país.
Otros por el contrario, piensan que debiese ser obligatorio, ya que un alto porcentaje de los chilenos no tienen el hábito, la responsabilidad y la costumbre cívica de legitimar a sus autoridades políticas por este medio.
Lamentablemente con el paso del tiempo se ha demostrado que nuestra sociedad no estaba, ni se encuentra preparada aún para el voto voluntario y es por lo mismo que tenemos que tomar a bien este cometido y deber cívico con la nación.
Que nuestros habitantes de una vez por todas se hagan responsables del destino político de su país al tener esa obligatoriedad moral de legitimar sus leyes y sus autoridades, para que así se pueda avalar o criticar con bases el desempeño de estos; o aprobar o rechazar lo consultado.
Estamos hace muchos años en un sistema democrático en crisis, con instituciones en crisis, con propuestas políticas demasiado partidistas y con opiniones extremadamente viscerales en relación a la nueva constitución política; hablamos en demasía al respecto en las redes sociales, dando nuestro parecer descarnadamente polarizando al país sin darnos cuenta en extremos demasiados zurdos y extremadamente derechistas; no obstante, es conveniente mencionar y aclarar que muchos de los que no sufragan en el país no son rojos o marxistas; ni menos fachos o fascistas. Son ellos, los que no votan, los en el fondo deben tomar o rechazar estas propuestas dadas por los hoy en día criticados constituyentes.
Es por lo mismo que tenemos que darnos el tiempo de leer bien este borrador de la futura constitución política del Estado para tomar la mejor decisión e ir a votar este cuatro de septiembre del presente año y aprobar o rechazar en este “Plebiscito Constitucional de Salida”.
Está en juego el piso político y la estabilidad del país en muchos aspectos, por lo que nuestro voto es primordial y fundamental para corregir o aceptar a buenas o a primeras la redacción de esta carta de navegación. La obligatoriedad del voto para el 4 de septiembre es primordial ya que de esa manera el país se pronunciará sufragando en masa y de una vez por todas habrá que tomar el voto como un derecho y una obligación ciudadana para demostrar nuestra opinión.
HUBERZZA