Estimados, este 31 de mayo es el Día Mundial sin fumar, envío texto del director de Medicina, Gustavo Constenla, saludos
Día mundial sin fumar
Gustavo Constenla Scabone
director carrera de Medicina
Universidad Andrés Bello
El consumo de tabaco es una peligrosa y mortal adicción siendo la primera causa de muerte evitable en el mundo.
La mitad de quienes fuman van a morir por este hábito.
En promedio los fumadores mueren 10 años antes que los no fumadores y un cuarto de ellos mueren 25 años antes.
Año a año se producen cinco millones de muertes por este hábito.
Los efectos del consumo tabáquico en la sociedad superan al impacto destructivo de las armas y las drogas ilegales.
No existe una cantidad de consumo segura, siempre es nocivo, por lo que está recomendado es dejar de fumar.
Eso sin considerar su efecto en los no fumadores (fumadores pasivos) en donde una de cada 10 muertes que produce el tabaco lo hace en este grupo de personas, que no eligen fumar.
Las principales causas de muerte relacionadas a su consumo son: infartos, accidentes cerebrales vasculares, todo tipo de cánceres y otras enfermedades por daño vascular.
Las intervenciones de salud pública que han demostrado ser efectivas, son el aumento en el precio de los cigarrillos, la prohibición de su publicidad, la realización de campañas agresivas de comunicación, la sanción de leyes que prohíban fumar en ambientes públicos cerrados.
En todos estos aspectos hemos avanzado como país.
Lamentablemente fumar es una fuerte adicción, que tiene componentes físicos, que son los que genera la nicotina en los receptores cerebrales, psicológicos al asociar el consumo con momentos de placer y de alivio de las tensiones.
Es también una adicción social, que vincula el consumo con momentos cotidianos como tomar café, conversar con amigos, etc.
Lo bueno es que esta adicción es tratable y aquellos tabaquistas que reciben tratamiento para dejar de fumar tienen mayor probabilidad de éxito que aquellos que no lo reciben.
En el día mundial sin fumar lo invitamos, si es fumador, a dejar de serlo y no sólo por todo lo negativo ya explicitado, sino por lo bueno por venir.
A los veinte minutos de haber fumado su último cigarrillo la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura de sus manos y sus pies se normalizarán, a las ocho horas, su respiración será más profunda y tendrá una mejor oxigenación pulmonar, al cabo de un día disminuirá su riesgo de muerte súbita, al cabo de dos días se normalizarán sus sentidos del gusto y el olfato y a los tres días su función respiratoria.
Al mes aumentará su capacidad física y mejorará su resistencia al ejercicio, a los seis meses se reducirá la tos crónica y se reducirán los riesgos de tener infecciones respiratorias.
Al año se reducirán sus riesgos de trombosis, de embolias cerebrales y se reducirá a la mitad el riesgo de que tenga un infarto al miocardio.
A los cinco años igualará el riesgo de tener un infarto al miocardio con una persona que no fuma, y se reducirá a la mitad el riesgo de tener un cáncer de pulmón.
Muchas personas logran dejar de fumar sin apoyo profesional, pero si necesita ayuda no dude en pedirla a través de la línea telefónica de Salud responde 600-360-7777, o consultando con su equipo médico.