Cuenta pública y señales en seguridad
Todas las señales que contribuyan en materia de seguridad, aunque puedan o no parecer suficientes, aportan positivamente al escenario económico, en especial en momentos complejos como los que experimentamos en temas de delincuencia y violencia focalizada en el norte y en la Macrozona Sur del país.
En este sentido, el anuncio en cuanto al ingreso de indicaciones al proyecto de Ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública, Protección Civil y Convivencia Ciudadana en los próximos 30 días es una medida a la que los chilenos deben estar atentos.
Aplacar la sensación de inseguridad que se ha apoderado de la agenda es una forma no solo de dar tranquilidad a las personas en su vida cotidiana sino también a los inversionistas.
En el Biobío, por ejemplo, el ultimo Índice de Percepción empresarial Regional (IPER), elaborado por la Universidad Andrés Bello, EY y la CPC, muestra que entre diciembre de 2021 y enero 2022 se registró una tendencia pesimista, con una caída de 15 puntos respecto a la medición realizada seis meses antes.
Esto se debe a que el empresariado de esta zona, cuyas provincias de Biobío y Arauco son parte hoy del Estado de Excepción, es más cauto en cuanto a sus expectativas de inversión y empleo. Por eso, las prioridades de las empresas consultadas apuntan a dar impulso al crecimiento, abordar de manera eficaz y eficiente la violencia de la Macrozona Sur y frenar la inflación.
Y es que la falta de seguridad afecta la inversión, crecimiento y empleabilidad por al menos dos canales. Primero, al elevar costos directos de las empresas, al entorpecer y ralentizar el transporte de insumos y productos. Esto impacta negativamente en los flujos, presionando los márgenes y haciendo menos atractivo gestionar negocios establecidos y comenzar otros nuevos.
Por otra parte, una mayor incertidumbre no solo genera reticencia de parte de los inversionistas a comprometer fondos propios para la ejecución de nuevos proyectos, debido a que el costo de oportunidad de invertir en este tipo de negocios aumenta. Sino que, además, encarece las fuentes de financiamiento que complementan estos fondos, pues el retorno exigido por los tenedores de deuda aumenta a mayor incertidumbre.
Todo lo anterior impacta en la caída de la inversión, lo que a su vez repercute en el gasto agregado, y, por tanto, el producto agregado de la economía. Por supuesto, esto repercute en menor contratación, afectando las tasas de empleo de forma negativa.
En resumen, cumplir el compromiso por mejorar la seguridad impactará en avanzar en la salud tanto de la población, como de la economía.
Ricardo Fuentes Lama
Director carrera Ingeniería Comercial
Universidad Andrés Bello