De amor y odio

“DEL AMOR AL ODIO, O, ENTRE EL AMOR Y EL ODIO”. Como se quiera decir; siendo en este caso, “DE AMOR Y ODIO”. Con estas dos palabras antónimas y de profunda dualidad emocional se puede vivir políticamente hablando y la piel del zorro y astuto polític@ chilen@ lo soporta estoicamente.
Ellos tienen claro que el odio es una mala forma de querer, y que del amor al odio o inversamente hay un tramo más delgado que un pelo, tiendo además la certeza que en la sociedad chilena existe cierto grado de estimación hacia ellos y en estricto rigor nos guste o no; o mejor dicho y haciendo honor al título de mi crónica, estos son  “UN MAL NECESARIO”.
El pueblo muchas veces usa el silbido y la rechifla o el abucheo para expresar el descontento con X persona y en especial con muestra tan mal vista clase política. De recorrer caminando relajadamente algunas calles en Quilicura compartiendo de forma muy amena con los transeúntes que salían a su paso, dándose tiempo para comprar y comer sopaipillas y rolls en dicha comuna, hasta ser recibido con pifias por parte de algunos asistentes en las galerías en la ceremonia militar del Juramento a la Bandera en la comuna de Maipú, ha sido parte del itinerario de nuestro presidente Gabriel Boric en el último tiempo, tan amado y odiado a la vez.
Este amor y odio es una destacada característica de la idiosincrasia del chileno hacia sus dirigentes, líderes y específicamente hacia los mandatarios de turno. Las pifias siempre se han hecho notar cuando estos concurren a actos cívicos o recorren las calles del país. Ejemplos hay muchos y de muestra algunos.
Como no citar y recordar los grandes abucheos que se llevaba nuestro ex presidente de la República bracitos cortos Piñera en sus apariciones públicas; pudiendo mencionar entre otras,  el que se llevó en su en su último día de mandato en el entorno del Palacio de la Moneda, cuando hacia abandono de la casa de gobierno el 11 de marzo del presente año para dirigirse a la ceremonia del cambio de mando en Valparaíso; o las multitudinarias pifias y abucheos que le brindaron más de la mitad de las personas que asistieron al concierto “FRESHEN UP” que ofreció Sir Paul McCartney en el estadio nacional el 20 de marzo del año 2019 cuando el artista saludo Piñera; silbidos que a la larga obligaron que Piñera y acompañantes hicieran abandono el recinto deportivo sin terminar de ver el recital del otrora integrante del grupo inglés, The Beatles.
Asimismo, también es bueno recordar las masivas pifias a Michelle Bachelet durante él “Te Deum”evangélico en septiembre del 2017; lo que provocó que la gordis y comitiva abandonaran rápidamente la catedral evangélica sin dar declaraciones al finalizar la ceremonia ecuménica en el mencionado lugar; ubicado al costado del terminal de buses Alameda.O las numerosas abucheos que se llevaban Aylwin, Lagos, y Frei en los inicios de las paradas militares durante sus mandatos; como ven los ejemplos sobran y dan para un par de crónicas más; ya hace mucho tiempo que la intolerancia y la ambigüedad política se han apoderado de la conducta humana; del ODIO al AMOR y viceversa en poco tiempo, son parte de sentir del electorado chileno y es notorio, al que amaron ayer, lo odian hoy y al que odiaban antes , ahora no lo odian tanto; típica anfibología chilena.

Huberzza