Absentismo escolar y su relación con las habilidades sociales y comunicativas

El absentismo escolar, entendido como la ausencia sistemática a las clases escolares de manera presencial, está considerado como uno de los problemas más importantes en educación.

Se trata de una problemática que manifiesta y mantiene la desigualdad social y educativa, puesto que, los estudiantes que se ausentan de la escuela tienen peores resultados de aprendizaje que aquellos que no lo hacen. La mayor consecuencia derivada del absentismo escolar es el descenso del rendimiento académico, derivando en casos de fracaso, deserción educativa, abandonando los centros escolares y el proceso educativo a una edad muy temprana.

Es importante tener en cuenta que el colegio no sólo promueve el aprendizaje de contenidos formales establecidos en el currículo, sino que además se convierte en centro de interacción social, en el que los niños y niñas, a partir de las experiencias que comparten con los docentes y compañeros de clases, sobre todo en los primeros niveles de educativos, aprenden mejores formas de interacción, adquieren destrezas en habilidades discursivas que implican tomar turnos, mantener temas, identificar errores en la conversación y generar reparaciones por medio de preguntas y aclaraciones, haciéndose cada vez más competentes socialmente. En consecuencia, el absentismo escolar repercute de forma directa en el desarrollo social de los niños, niñas y adolescentes, ya que tienen menores oportunidades de interacción social y menor exposición a situaciones comunicativas diversas.

De hecho, la mayoría de los estudios establecen una relación directa y reciproca entre la asistencia a clases y el beneficio en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas en los estudiantes, mencionando que la ausencia reiterada a clases presenciales puede derivar en la pérdida de habilidades de este tipo.

En esta misma línea, se considera que la escuela es la principal fuente de aprendizaje de habilidades de lenguaje, tales como el vocabulario (léxico) en los niños en edad escolar. Según la investigación en el área educativa, los niños entre 6 y 11 años están expuestos al aprendizaje de por lo menos 3000 palabras no familiares que son lingüísticamente complejas y a las cuales solo se puede acceder desde los textos escolares o desde la dinámica de enseñanza-aprendizaje en contextos formales, como la sala de clases (a través de la interacción con los docentes, los pares y el material académico).

Teniendo en cuenta esta información, es predecible que aquellos estudiantes que tienen baja asistencia vean mermado su aprendizaje de vocabulario, generando un impacto negativo en el rendimiento y en el avance curricular.

El absentismo escolar impacta negativamente en el desarrollo de múltiples habilidades entre esas las sociales y comunicativas, fundamentales en la interacción y en el desarrollo personal, familiar, escolar y social. Por esto es importante que el equipo educativo: docentes, apoderados y asistentes de la educación, sean capaces de detectar estos casos, ofreciéndoles un entorno adaptado a sus necesidades que fomente la inclusión e igualdad de oportunidades.

Angélica Torres
Académica de Fonoaudiología.
Universidad San Sebastián.