¿Deberíamos prepararnos para una amenaza de influenza aviar zoonótica?

Desde el año 2021 el hemisferio norte se encuentra enfrentando una compleja situación con respecto al virus influenza aviar, donde 54 países han notificado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) brotes de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP), especialmente en Europa. De hecho, la temporada epidémica de IAAP 2021-2022 es la mayor epidemia observada hasta ahora en Europa, siendo el número de países afectados mayor a temporadas anteriores, lo que lleva a creer que esta ola tendrá un impacto particular. En este contexto, la OMSA ha instado a los países a intensificar los esfuerzos de vigilancia y control.

Sumado a lo anterior, en abril del presente año fue altamente comentado el primer caso humano de influenza aviar H3N8, generando gran inquietud en la población. Entonces ¿Las personas pueden contraer la influenza aviar? La respuesta es sí, aunque no es común y tales eventos son esporádicos. Casi todos los casos de infección en la población se han asociado con el contacto cercano con aves infectadas o con un ambiente contaminado, y si bien ha habido casos en los que se ha sospechado la propagación persona a persona, actualmente no hay transmisión sostenida de los virus de influenza aviar entre humanos.

Debido a la actual pandemia de Covid-19, la palabra zoonosis ha comenzado a ser familiar. Hoy, gran parte de la ciudadanía reconoce que las enfermedades zoonóticas son aquellas causadas por microorganismos que se transmiten desde los animales a las personas. Sin embargo, es necesario recalcar que no todos los agentes infecciosos considerados zoonóticos tienen las mismas características.

Según los mecanismos de transmisión y epidemiología asociada, los agentes infecciosos zoonóticos se clasifican en distintas etapas, siendo la etapa cuatro la que incluye a aquellos causantes de las pandemias más destructivas de la historia del hombre, como la Peste Negra, Influenza Española y el actual Covid-19. Con esta clasificación, la Organización Mundial de la Salud establece distintos niveles en la escala de alerta pandémica, en ella el virus de influenza aviar se encuentra en el nivel tres, lo que significa que causa infecciones esporádicas en seres humanos, pero aún no ha generado la capacidad para transmitirse entre seres humanos de forma sostenida como para provocar una pandemia.

¿Deberíamos prepararnos para una amenaza de influenza aviar zoonótica? Sí. Esto se debe a que los virus de influenza aviar evolucionan continuamente, existiendo la posibilidad de que surjan nuevos que puedan tener un mayor riesgo para la salud animal o humana. Esta es la importancia del monitoreo continuo de los virus influenza en humanos y animales para detectar tempranamente posibles virus con capacidad zoonótica y actuar de manera rápida en su contención. Por los conocimientos que tenemos en virología y por las experiencias pasadas en la historia de las epidemias, hoy se sabe que es casi seguro que ocurrirá otra pandemia de influenza, por esta razón, debemos estar siempre preparados.

Chile es el único país de Sudamérica que ha tenido un brote de IAAP el año 2002, sin embargo, no se han descrito casos en humanos.

Dra. Francisca Di Pillo Académica investigadora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía
Universidad de Las Américas