La liberación de las mascarillas
La liberación del uso de la mascarilla a partir del 1 de octubre implica para todos los chilenos ir retomando la ruta de la normalidad que teníamos previo a la pandemia.
Para el mundo de la educación esta medida es muy esperada, debido al efecto negativo que su uso ha tenido en el aprendizaje y en el desarrollo socioemocional de niños y niñas. El caso más preocupante es el desarrollo del lenguaje, ya que si bien es aprendido por imitación al sonido, también requiere conocer la fonética de las palabras, lo que se consigue observando el rostro de los profesores al pronunciar cada fonema, palabra o frase. Liberarse de la mascarilla permitirá recuperar esta herramienta natural. Al mismo tiempo, beneficiará nuevamente a los alumnos con alguna dificultad auditiva que requieren de la importante lectura de los labios.
También ayudará con los problemas socioemocionales. Hay que recordar que la comunicación no verbal es fundamental, especialmente entre los más pequeños. En ese sentido, observar los rostros entregará más información a los profesores sobre las emociones y sentimientos de sus alumnos, lo que mejorará la atención a estos problemas, así como potenciará las interacciones y el desarrollo social.
Para que los efectos positivos de la liberación de la mascarilla se desarrollen, el escenario perfecto son los establecimientos educacionales. Por lo tanto, la asistencia a ellos es vital. Sabemos que en un año normal asiste el 90% de los estudiantes, hoy estamos cerca del 70%, pero continúa la tendencia a la baja, según establece el cuarto reporte de la Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional en Pandemia elaborado por la Escuela de Gobierno UC, el Instituto de Sociología UC y el CIAE de la Universidad de Chile, junto al Ministerio de Educación y la Fundación BHP, el que reporta que en junio un 68% de los estudiantes fue a clases.
Con la pandemia controlada y con mejores condiciones climáticas ya no hay excusas para no asistir a clases y retomar con energía los aprendizajes. Estamos frente a una excelente noticia para todos los niños y niñas de Chile.
María Jesús Honorato Decana Facultad de Educación Universidad de Las Américas