¿Qué diría Shakespeare?

La BBC en español, el servicio público de radio, televisión e internet del Reino Unido, recientemente publicó un artículo para referirse a cómo el idioma inglés ha “perdido” el género gramatical. Para quienes estudiamos la lengua inglesa y formamos a los futuros profesores, es evidente la intención de querer homologar usos que son propios de la lengua castellana a la inglesa. En Chile, por ejemplo, la tendencia es a usar el pronombre “he” o “él” para hablar de una profesión por defecto. Muchos estudiantes se sorprenden cuando les contamos que Shakespeare usaba el pronombre neutro “they”, anulando el uso de género para referirse a una profesión.

El uso del pronombre “they” no es un invento o una ganancia, es parte de la lengua inglesa. El 2015, la Academia Sueca incluyó el pronombre neutro “hen” para referirse a personas no binarias o quienes no utilizan pronombres femeninos o masculinos. En ese sentido, se puede decir que el idioma sueco “ganó” un pronombre. La historia de la lengua inglesa con este pronombre es diferente.

Por el contrario, afirmar que el uso neutro se ha perdido es menospreciar que este ya existía, y que sólo ahora ha ganado atención tras los intentos de re-significación por parte de comunidades LGTBQI+ a lo largo del mundo. La lengua inglesa, de hecho, es el resultado de interacciones entre el latín, lenguas celtas, alemán antiguo, escandinavos y franceses, tal como lo señala el artículo. Estas influencias tuvieron consecuencias sociales, marcando diferencias de clase entre la lengua de la corte y la gente común, por ejemplo durante el reinado de William I, este rey hablaba en francés y sólo los plebeyos hablaban en inglés. A todo ello, se le suman oleadas de inmigrantes debido a la historia colonizadora de Inglaterra en el continente africano y asiático. Sin contar los países donde el inglés es primera, segunda lengua o lengua extranjera, como en el caso de Chile.

Por ello, referirse a la “pérdida” del pronombre neutro es menospreciar que el lenguaje es un ente flexible que depende de la sociedad en la que se habla, donde muta y absorbe inflexiones, transformando al vocabulario y por lo tanto las sociedades que lo utilizan.

Cuando el artículo de la BBC expresa que “esa palabra neutra THEY para referirse a personas no binarias se ha vuelto un tema candente de discusión”, solo denota que aún hay gente que se hubiera opuesto al mismísimo Shakespeare. El lenguaje crea realidades, por lo que asegurar que un pronombre neutro se ha perdido, es ignorar los usos que incluso nuestros autores favoritos de la lengua inglesa ya lo llevan haciendo desde el siglo XVI.

Yeisil Peña Contreras
Académica Pedagogía en Inglés, UCEN