Diabetes: Nutrición y educación en salud como estrategias para prevenir y controlar esta enfermedad
La Diabetes Mellitus es una patología metabólica que va en aumento en Chile y el mundo. El sobrepeso y la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para su desarrollo, pero al exceso de peso y la alimentación poco saludable hay que sumar también el sedentarismo, el tabaquismo y la resistencia a la insulina.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 420 millones de personas padecen Diabetes a nivel global y en el continente americano la cifra supera los 62 millones. En Chile se estima que 2 millones de personas tienen diabetes y la tasa de prevalencia es de 12,3%.
Esta enfermedad le causa la muerte a más de 1 millón y medio de personas en todo el planeta y en Latinoamérica supera los 240 mil decesos anuales.
Por esta razón, se hace necesario reforzar las estrategias para prevenir y diagnosticar esta patología en nuestro país además de promover hábitos de vida saludable, especialmente a raíz del incremento del sobrepeso y obesidad infantil.
María Consuelo Díaz, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián dice que la etimología de esta enfermedad es heterogénea y “en el caso de la forma clínica Diabetes tipo 2 (DM2) -la más frecuente- su origen tiene una fuerte relación con la adiposidad visceral”.
Además, explica que existe consenso respecto a que “el predictor más consistente de la diabetes es el sobrepeso y la obesidad, especialmente con adiposidad abdominal. A esto se suma una alimentación hipercalórica (exceso de calorías), alta en carbohidratos simples y grasas saturadas, se ha asociado a una mayor incidencia de DM2 y junto con la obesidad, son factores de riesgo para esta patología”.
Ajustes y recomendaciones
La nutricionista señala que el exceso de peso, la alimentación poco saludable, la resistencia a la insulina, el sedentarismo, y el tabaquismo son “factores modificables” para la Diabetes Mellitus tipo 2.
Por eso, la docente USS recomienda que las personas se mantengan activas y sigan las nuevas directrices de la OMS que recomienda por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes, junto con mantener un peso adecuado y evitar el consumo de tabaco.
Con respecto a la alimentación, María Consuelo Díaz sugiere la necesidad de “ajustarse a un patrón de dieta mediterráneo, el cual incluye frutas y verduras, carnes magras y de origen marino como pollo y pescado, incluir grasas saludables como son el aceite de oliva, los frutos secos y la palta, junto con evitar azucares simples como el azúcar de mesa, las bebidas azucaras, jugos de fruta y dulces en general y limitar las grasas saturadas provenientes de carnes rojas, embutidos y bollería”.
Con diabetes
El cumplimiento de una alimentación adecuada es fundamental para lograr un control metabólico y prevenir complicaciones en personas que ya tienen diabetes.
La académica USS indica que el manejo nutricional “debe ser prescrito de forma individual, teniendo en cuenta los requerimientos y estado nutricional, el tipo clínico de DM y sus complicaciones, hábitos, gustos y capacidad adquisitiva.
En ese sentido precisa que como características básicas de la prescripción están los siguientes puntos:
• Aporte calórico según estado nutricional.Por ejemplo, personas con sobrepeso y obesidad con una dieta hipocalórica.
• Realizar una selección de carbohidratos y preferir los que contengan más fibra como arroz integral, pasta integral y tubérculos.
• Limitar el consumo de sacarosa (azúcar), bebidas azucaradas y jugos.
• Evitar grasas saturadas presentes en embutidos y carnes rojas.
• Evitar el alcohol ya que este puede modificar la respuesta glicémica e insulínica.
• En el caso de la diabetes tipo 1, el plan de alimentación no difiere significativamente, pero se considera el tipo de insulina empleada y se utiliza el sistema de conteo de carbohidratos.