En economía las buenas noticias no deben nublarnos el análisis
Estamos ante una situación económica compleja y eso no es un descubrimiento. Cada vez que aparece algún informe relativo a ello, esto se confirma.
Hoy tenemos un doble problema: una inflación alta y decrecimiento. La actividad económica no presenta cambios positivos, y la inflación sigue en dos dígitos y esto sin dudas afecta, lamentablemente, a las personas más vulnerables. Son estas últimas las primeras afectadas por la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Sus salarios no crecen lo suficiente para cubrir la inflación, por lo que ganan menos. Su dinero alcanza para comprar menos bienes y servicios. Y que no crezca la actividad económica genera menos oportunidades laborales.
En ese contexto, vimos que, en el último informe de Deuda Morosa de la USS y Equifax, el número total de deudores morosos bajó levemente. Lo que pareciera ser una buena noticia, no debe nublarnos el análisis. Si bien bajó el número total de morosos, dicha baja fue en gran medida por la disminución de los “deudores permanentes”, esto es, aquellos que tienen deudas impagas por a lo menos doce meses consecutivos.
Y no se trata de que ellos hayan pagado sus deudas, sino que, se trata de deudores que han salido de DICOM por efecto de algunas de las causas que la ley establece para ello: ninguna deuda puede informarse por más de cinco años; o bien, personas que han culminado su proceso de quiebra personal, lo que conlleva la eliminación de la morosidad. Por lo tanto, no se trata de personas víctimas de la crisis económica.
El dato preocupante es el aumento de los nuevos deudores morosos, es decir, aquellos que por primera vez incumplen en el pago de una deuda, y de los “morosos intermitentes”, aquellos que tienen publicada al menos una deuda en los últimos doce meses. Esa morosidad es directa consecuencia de la crisis económica. Estas personas son las víctimas de esa crisis; y van en aumento.
Ante esta situación, ¿qué pueden hacer las personas? En primer lugar, tratar de ordenarse. Ser muy responsables a la hora de gastar, hacer el máximo esfuerzo para evitar tener que recurrir al endeudamiento. Y si se va a endeudar, que no sea en UF. Asimismo, estar muy atentos para buscar soluciones a tiempo. Y una solución real está en la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, que permite a las personas renegociar sus deudas o bien, solicitar su quiebra personal.
Por otro lado, la crisis económica ha abierto algunas oportunidades financieras. Principalmente algunos instrumentos de inversión que antes eran poco atractivos. Hoy los depósitos a plazo están entregando su mayor rentabilidad en más de 20 años. Y para aquellas personas que tienen algunos ahorros, es una buena oportunidad para invertir y completamente segura. No todo está perdido, existen alternativas para sobrellevar mejor los embates económicos que estamos viviendo.
Mario Espinosa, abogado de Grupodefensa.cl