Joyas mapuches creadas por internos fueron expuestas en cárcel de Valparaíso
Durante seis meses un grupo de diez privados de libertad del Complejo Penitenciario de Valparaíso estuvieron aprendiendo el arte de la orfebrería mapuche. El taller llegó a su fin este lunes con la certificación de los participantes y una muestra de las joyas.
La iniciativa fue posible gracias a un proyecto financiado por el Fondart y presentado por la escritora Libertad Manque. Las piezas, elaboradas en plata, fueron confeccionadas por los internos luego de que recibieran los conocimientos del destacado orfebre mapuche Gabriel Pichicón Marilef y del profesor de historia Bernardo Colipán. Este último se encargó de enseñar el significado de cada joya y la trascendencia que éstas tienen.
La ceremonia de cierre y certificación se realizó en la sala DRAC del Complejo y contó con la asistencia de la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Patricia MIx Jiménez, el jefe de la unidad penal, coronel Alberto Jara San Martín y el jefe técnico regional de Gendarmería, Juan Pablo Medina Jiménez.
Una vez finalizada la ceremonia Gabriel Pichicón destacó la positiva experiencia que significó realizar clases al interior de la unidad penal.
“Los muchachos aprendieron harto, abrieron sus mentes para hacer sus trabajos que tienen todos terminados. Se entregaron por entero. Hacer una joya mapuche tiene un significado porque con ella lleva una simbología. Cada joya, sea chica o grande, tiene un motivo y un porqué. Los muchachos lo entendieron de esa manera y el resultado fue eso”.
El director regional de Gendarmería, coronel José Luis Meza Guajardo, afirmó que “por medio de esta y otras iniciativas de capacitación trabajamos en la reinserción social y laboral de nuestras personas privadas de libertad. El arte de la orfebrería mapuche les puede abrir muchas puertas y dar una oportunidad o una nueva oportunidad para ser parte de la sociedad y dejar atrás los errores que los llevaron hasta aquí”.
Por su parte Paula Gutiérrez destacó que esta iniciativa “tiene una doble relevancia. Este es un taller que, efectivamente, busca entregar herramientas para las personas privadas de libertad que quieren decidir una vida distinta, pero también tiene un arraigo, una pertenencia. Hay un reconocimiento de pertenecer a un pueblo originario, como lo es el pueblo mapuche, y esa entidad que no siempre se reconoció antes y que vinieron a conocer en el espacio del complejo penitenciario, colabora no solo a la reinserción de la sociedad chilena, sino que también del pueblo originario al que pertenecen”.
Finalmente, la seremi de las Culturas subrayó los beneficios que entrega a los privados de libertad la confección de las piezas.
“El proceso de creación, que es un proceso que ayuda mucho a las personas, que desarrolla atención, conciencia, conciencia del entorno, delicadeza. Entonces creemos que talleres como estos, y en este contexto, son fundamentales de ser realizados”.
Por medio del Fondart se han podido efectuar una serie de proyectos en distintas unidades penales de la región, los que han favorecido tanto a mujeres como hombres privados de libertad.