Más vale prevenir que lamentar

Allá por los años cincuenta se empezó a escuchar en nuestro país las palabras «medicina preventiva» la que, como es fácil deducir (para aquellos que tienen algo de imaginación y una mediana comprensión lectora) no es otra cosa que la acción de ponerse el parche antes de la herida.
Se materializaba de manera obvia. Un chequeo general a la población fuera esta o no de riesgo para detectar a tiempo cualquier señal, por mínima que fuese, de alguna anomalía que pudiera desembocar en una enfermedad o, diagnosticar alguno de esos raros males asintomáticos.
Mis padres fueron empleados públicos (PDI) y una vez al año debían, como las revisiones técnicas, someterse a un chequeo no fuera a ser cosa que hubiese alguna en ciernes «fatiga de material».
No encontré cifras que exhibieran que tan eficiente fue la puesta en marcha de ésta política pública.
Hoy sigue existiendo solo que ha sido redirigida desde el ámbito de la medicina general a evitar si no al menos diagnosticar en forma precoz enfermedades derivadas de contaminación física, química o biológica provocadas por el medio ambiente lo que hace evidente es una derivación de la ecología.
Ya sean disparos a la bandada o no, debemos reconocer que es una loable iniciativa.
Y…todo éste prolegómeno para hablar de un señor Vergará que fue nombrado por el Presidente en el cargo de Subsecretario de Prevención del Delito.
Cuando se trata de la salud creo que todos estaremos de acuerdo en que la cosa es sencilla. Fonendoscopio para auscultar corazón y pulmones. Una bajadita de lengua para mirar amígdalas y faringe. Un fondo de ojos como que no quiere la cosa. Examen de sangre, orina y deposiciones y unas punzaditas en la guata para intrusear en los intestinos, hígado y vaso y «juistete».
Pero…yo entendería que para prevenir la comición de delitos debo evitar la «formación» de delincuentes.
Y todos sabemos que hay delitos y delitos cometidos por delincuentes y delincuentes.
Desde aquellos a los que son empujados los más carenciados de cualquier sociedad que no tienen como parar la olla si no es robando hasta los llamados «de cuello y corbata» que no son otra cosa que la expresión de la codicia en su máxima expresión.
Tal vez puedo prevenir los primeros. Sacándolos de la pobreza, proporcionándoles viviendas apropiadas, salud oportuna y de calidad y a sus hijos educación gratuita desde sala cuna hasta carreras universitarias de cinco años.
Pero…como lo hacemos con los traficantes. Hay un trasfondo social que lleva a muchas personas a querer borrarse.
Nuestra sociedad no ofrece más alternativas de vida que de la casa al trabajo. Somos una sociedad que no practica deportes, que no tiene la cultura del hobby (pasatiempo…no el personaje del Señor de los Anillos), absolutamente consumista. Impera entre nosotros aquello de «tanto tienes, tanto vales».
Los valores humanistas hace rato que se fueron a la cresta.
Las religiones han perdido terreno permitiendo expresarse en toda su «magnificencia» la maldad humana.
La solidaridad es una rareza. Se manifiesta sólo cuando un desastre natural, terremotos, incendios, inundaciones o la Teletón y ni que hablar de la empatia, esa capacidad de muy pocos para ponerse en el lugar del otro y que nos permite conmovernos con la necesidad, la angustia, el dolor, la pena ajena.
Y.. para ser delincuente se necesita no ser empático porque, obviamente, el ladrón que de un manotazo le quita el sobre con su pensión a un viejo que viene saliendo del centro de pago, ya sea banco o caja de compensación, se conmisera con quien acaba de asaltar al menos como pato malo no tiene futuro.
Hasta donde yo veo creo que este Vergara…para mostrar que trabaja forma mesas de trabajo, expone cifras y echa a las municipalidades a los perros con la esperanza si no de disminuir los delitos, al menos bajar el porcentaje de «sensación de inseguridad» que los ingenuos la entienden como que «vamos mejor, mañana por la Alameda».
Usted puede prevenir un resfriado tomando vitamina C. Pero, a mi parecer, eso de prevenir el delito no pasa de un un eslogan buena onda.
Hace un tiempo fue exhibida una película de ciencia ficción protagonizada por Tom Cruise, «Sentencia Previa», donde existe un Departamento de Pre Crimen que permite al policía retroceder en el tiempo para evitar la comición de un acto delictual.
Ficción sin duda, aunque que algunas «voladas» mostradas en el filme, como el reconocimiento facial hoy, 15 años después de estrenada son una realidad.
Como sea. Los «expertos» en criminologia que hay en el aparato público no son ex policías sino que sociólogos New age que entienden el crimen desde la perspectiva social…como consecuencia de un sistema injusto, segregador.
Queda por suponer que así entendido debemos pegarnos con una piedra en el pecho de que la cosa no esté peor.
Así que…prevención…la nada misma. De explicación todo.

Alejandro Iglesias