Jugar aprendiendo o aprender jugando
Aprender un segundo idioma en Chile está cada día más al alcance de todos quienes tienen la intención de aprender. Muchas veces, a los profesores de inglés nos comentan “yo sé inglés, pero me cuesta hablarlo” o “mi inglés es muy básico y no puedo ayudar a estudiar a mis hijos”, y frente a eso, debemos considerar que los humanos estamos inmersos en el idioma. Más allá de lo que realmente creemos, tenemos en nuestras manos la posibilidad de aprender, solo debemos tomarla y ponerla en práctica.
Por ejemplo, tomamos el control remoto de nuestro televisor donde tenemos palabras como channel o volume y podemos manejarlo sin inconvenientes. Así también, tomamos nuestro smartphone, en verano usamos shorts, los niños hacen un show en el supermercado, y así con un sinfín de elementos y situaciones que nos ocurren a diario.
Hoy en día, además contamos con plataformas gratuitas que nos ayudan en la enseñanza. Una de ellas es Spotify, que tiene podcasts para aprender idiomas. En YouTube, escuchamos canciones en inglés al tiempo que leemos la letra y hacemos karaoke. Otra posibilidad es la plataforma Duolingo, que nos enseña a través del juego y que abarca las 4 habilidades (escuchar, leer, escribir y hablar) y desafía a utilizarla diariamente, si se pone en práctica lo aprendido, las probabilidades de adquirir el vocabulario son muy altas.
Aprender jugando es la forma que ha traído mejores resultados académicos en niños y adolescentes. La invitación es a que, durante el verano, la familia se incentive a jugar utilizando el inglés como medio de comunicación. Existen distintas actividades que se pueden realizar, tales como el Memorice, que de acuerdo con el sitio web childhood101.com, los niños desarrollan concentración y discriminación visual, entre otras habilidades. Para este juego, se sugiere agregar como regla decir el nombre del objeto de la carta en inglés, trabajando pronunciación. Con niveles más avanzados o niños más grandes, pueden hacer la relación de la figura con la palabra.
Adicionalmente, Google tiene una herramienta para escuchar la pronunciación de una palabra o frase, de esa manera es posible incorporar en la rutina familiar instrucciones como set the table (pon la mesa), make your bed (haz tu cama) o let’s play (juguemos), por ejemplo.
Debemos recordar que aprender un idioma no ocurre de un momento a otro, requiere de un proceso. Para ello debemos ser constantes, sistemáticos y perseverantes, utilizarlo a diario, pero por sobre todo necesitamos las ganas de aprender.
Alejandra Cañete Académica Pedagogía en Inglés Universidad de Las Américas