El vértigo
En más de alguna ocasión puede que hayas escuchado a alguien decir que sufre o haya sufrido de vértigo o incluso puede ser que tú lo hayas manifestado. Erróneamente suele mencionarse como alteración del “oído medio”, pero lo correcto es que dentro del oído interno se encuentra nuestro sistema vestibular, encargado de mantenernos en equilibrio, mantener la postura, regular los movimientos de nuestro cuerpo y extremidades, además de fijar la mirada en un punto específico del entorno. Cuando esta estructura se daña o se ve alterada, nos encontramos frente a alteraciones del sistema vestibular y dentro de sus principales síntomas está el vértigo.
Una de las alteraciones más frecuentes es el Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB). Este se produce cuando unas pequeñas partículas (otoconias) que normalmente se ubican en el utrículo (vestíbulo del oído interno) se desprenden y se depositan en los canales semicirculares también parte del oído interno lo cual provocará una sensación de vértigo rotatorio de corta duración (menos de 1 minuto) cuando se mueve la cabeza en determinadas posiciones como por ejemplo al acostarse y/o levantarse de la cama, girarse en la cama, agacharse, al tender ropa, entre otros. Este tipo de trastorno es muy común en personas mayores, pero también puede afectar a personas de todas las edades y generalmente se da más en mujeres que en hombres. La causa de este trastorno es en su mayoría desconocido en el 50% de las ocasiones, posteriormente se puede generar por traumatismos u otras patologías de oído interno, entre otros.
Dentro de los tratamientos para el VPPB, está la realización de maniobras de reposición de partículas las cuales tienen el propósito de devolver las otoconias desde los canales semicirculares hacia el vestíbulo, es decir, devolverlas al lugar que les corresponde. Dependiendo del lugar en el que se encuentre la otoconia, se deberá aplicar la maniobra correspondiente. Para eso es sumamente importante el consultar y asistir al médico o profesional especialista (médico otorrinolaringólogo, fonoaudiólogo, entre otros) que tenga las herramientas y capacidades de realizar una evaluación certera para dar con el tratamiento correspondiente según la ubicación en la que se encuentre la otoconia. Para el VPPB no se recomienda el uso de medicamentos ya que éstos solamente bajarán la sintomatología pero no tratarán el problema original, además, no hay evidencia en la literatura de fármacos efectivos como tratamiento definitivo o sustitutos de las maniobras terapéuticas.
El VPPB no es una enfermedad grave, pero puede generar importantes alteraciones a nivel de calidad de vida del usuario ya que además del vértigo, puede producir náuseas, problemas de equilibrio, miedo, entre otros. Las personas que manifiestan este cuadro pueden tener dificultades para realizar sus actividades de la vida diaria tales como caminar, conducir o trabajar, esto puede limitar significativamente en sus actividades y participación ya que pueden perder parte o completamente su independencia. Posterior al tratamiento se ha observado una mejora en la calidad de vida y recuperación total con baja recidivida.
El profesional fonoaudiólogo adquiere los conocimientos y herramientas dentro de su formación académica para evaluar e intervenir patologías tales como el vértigo posicional paroxístico benigno. En caso de manifestar síntomas, no dude en consultar con algún profesional del área.
Paulina Vergara Fierro
Académica Fonoaudiología
Universidad Andrés Bello
Sede Concepción