Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el objetivo de concientizar y sensibilizar a la población sobre las problemáticas que están ocurriendo en el mundo y de qué manera podemos abordar las soluciones para minimizar los impactos negativos que nos afecta a todos.
La sequía ha sido un problema recurrente y especialmente severo en los últimos años en Chile. La escasez de agua ha tenido un impacto significativo en la agricultura, la ganadería y la disponibilidad de agua potable para las comunidades. El cambio climático es considerado uno de los factores principales, junto con las temperaturas más altas y la disminución de las precipitaciones.
Se suma a lo anterior la deforestación, que se ha transformado en otro desafío ambiental para nuestro país. Aunque nuestro territorio cuenta con una gran cantidad de bosques naturales, se han perdido extensiones significativas de ellos debido a la tala indiscriminada, la expansión de la agricultura y la ganadería, los incendios forestales y la industria forestal, factores que han generado la degradación de los bosques y la pérdida de biodiversidad.
Ambos desafíos requieren esfuerzos continuos por parte del gobierno, las comunidades y otras partes interesadas para abordarlos de manera efectiva.
Este año el tema central del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía es «Mujer. Sus tierras. Sus derechos». Aprovechamos esta oportunidad para destacar la contribución de las mujeres en el cuidado de la tierra y de los recursos naturales, con el trabajo que realizan día a día en la agricultura chilena.
Muchos son los ejemplos de los aportes de las mujeres en la agricultura regenerativa en Chile, desde el liderazgo en organizaciones como son las asociaciones, cooperativas y grupos de productores comprometidos con las prácticas agrícolas sostenibles. También en la producción de alimentos orgánicos, muchas mujeres han adoptado prácticas de agricultura orgánica y agroecología, evitando el uso de productos químicos sintéticos y promoviendo la diversificación de cultivos. Han establecido huertos orgánicos, granjas agroecológicas y sistemas de producción integrada, priorizando la salud del suelo y la biodiversidad. También destaca su contribución en la conservación de semillas tradicionales, preservado variedades locales de cultivos, transmitiendo conocimientos ancestrales y promoviendo la diversidad genética en los sistemas agrícolas.
Destacamos a las mujeres en la educación, la investigación y el desarrollo, compartiendo sus conocimientos y experiencias, intercambiando buenas prácticas agrícolas, desarrollando técnicas y practicas innovadoras. Esperamos seguir por este camino y seguir fomentando la sostenibilidad y equidad de género para impulsar la transición hacia sistemas agrícolas más sostenibles, resilientes y justos desde el punto de vista social, tan importantes para enfrentar la crisis climática, el impacto de la sequía y la desertificación que afecta a nuestro país.

Lorena Jofré Decana Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía Universidad de Las Américas