Equipo clínico de cuidados paliativos destaca los grandes beneficios del traslado al NHCV
A dos semanas de la entrada en funcionamiento del primer servicio clínico del Nuevo Hospital Claudio Vicuña, el equipo profesional de la Unidad de Alivio del Dolor y Cuidados Paliativos se refirió al proceso de cambio desde sus antiguas dependencias al nuevo edificio, que inició su apertura progresiva el pasado 3 de octubre.
Además de enumerar los beneficios en infraestructura y tecnología, las funcionarias destacaron el significado que tiene esta “nueva casa” para la importante labor que desempeñan diariamente, entregando atención a un total de 565 pacientes diagnosticados con cáncer en etapas iniciales y avanzadas en la Provincia.
“Este cambio ha sido muy maravilloso porque ahora tenemos espacio, mejor infraestructura y mejores insumos. El equipo está más contento y los pacientes también nos han dicho cosas positivas. Es un lugar muy hermoso que nos permite expandir más la población de profesionales para dar una atención digna y humanizada, así que estamos muy felices por el equipo y sobre todo por nuestros pacientes”, señaló Pía Insunza, enfermera supervisora del servicio.
Historia de la unidad
Cuidados Paliativos comenzó como un Programa Piloto en el año 2002. Para ese entonces el servicio no contaba con una sala establecida, por lo que el personal debía trasladarse diariamente.
Conforme fue aumentando el universo de pacientes se le asignaron 2 boxes de atención al interior del hospital, pero con la llegada de la Pandemia el equipo fue derivado a un sector contiguo al establecimiento, construido a base de contenedores previamente acondicionados para la atención clínica.
Rossana Carreño se ha desempeñado como TENS de Alivio del Dolor por 21 años, pudiendo presenciar el crecimiento de la unidad desde sus inicios hasta el día de hoy en el NHCV, donde cuenta con modernos y amplios espacios.
Actualmente el servicio contempla 4 boxes de atención completamente equipados, 1 box de procedimientos, sala de espera, estación de enfermería, box de consulta de psicólogo clínico y kinesiólogo, bodegas y oficina administrativa, entre otros.
“Llegar acá es un cambio hermoso. Siempre estuvimos con lo justo, con las cosas prestadas o recicladas, y ahora llegar acá es como sentirme rica. Pasar de esa pobreza que antes teníamos a ver un computador nuevo, una camilla nueva, un sillón eléctrico, me hace sentir rica y feliz por los pacientes, porque ahora ellos van a estar más cómodos. Así que estoy esperanzada en que todo siga para bien”, explicó Rossana Carreño.
En la misma línea, su compañera Kathalina González, TENS de la unidad desde hace 2 años, calificó el traslado a las nuevas instalaciones como un gran avance.
“Estoy más que contenta por el cambio porque es algo que nos merecíamos y se merecían los pacientes. Esto es un logro para nosotras, porque ver cómo empezó la unidad a cómo está ahora es un lujo para nosotras y como personal del hospital. Es algo que nos merecíamos y se merecían nuestros pacientes”.
Finalmente, la Dra. Verónica Aros, quien trabaja en la unidad desde el 2021, también se refirió al aporte que implica contar con este nuevo espacio para la atención.
“El traslado es un sueño hecho realidad. Ahora me siento trabajando en una clínica y tratando de dar la mejor atención a los pacientes, que siempre ha sido la intención de esta unidad. Ver un lugar que está mucho mejor implementado les da un mayor valor a ellos como personas, que es lo que necesitan para sentirse apoyados en los difíciles momentos que están viviendo”, cerró.
Entre las prestaciones de la Unidad de Alivio del Dolor y Cuidados Palitativos del NHCV destacan consulta médica integral, atención domiciliaria, control de enfermería y atención de psicólogo clínico, entre otros.