Mes del cáncer de mama: Un examen bien realizado y en el momento adecuado puede salvarnos la vida.
En Chile se diagnosticaron alrededor de 5.300 nuevos casos de cáncer de mama en 2020, y se prevé que esta cifra continúe aumentando, sobre todo considerando la notable disminución de mamografías preventivas realizadas durante la pandemia.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile, y las políticas públicas se enfocan cada vez más en la detección temprana, ya que se ha demostrado que mejora la sobrevida de las pacientes.
El acceso a la mamografía como examen de primera línea es fundamental y es por esta razón que la recientemente promulgada ley que posibilita realizar la mamografía sin necesariamente contar con una orden médica es un gran avance que mejora la oportunidad del examen.
Si bien, desde hace años se cuenta con la posibilidad de realizar una mamografía gratis cada tres años como parte del examen de medicina preventiva, desde los 50 a los 69 años, esta es una información que no todas las mujeres en este rango etario conocen y que a mi parecer debiese tener mayor divulgación, ya que muchas mujeres no tienen la posibilidad de costear el valor de una mamografía.
En octubre, mes de concienciación sobre el cáncer de mama, es fundamental destacar el papel esencial de las tecnologías médicas, en particular, de la mamografía, en la detección temprana de esta enfermedad. Para el estudio de la mama, contamos con diversas técnicas de imágenes, cada una con sus indicaciones y contraindicaciones.
La mamografía es la técnica de predilección para el estudio de la mama debido a su alta sensibilidad, especificidad y amplia disponibilidad. La mamografía emplea radiación ionizante de baja energía y permite detectar lesiones mamarias aun cuando son pequeñas, incluso de 0,5 mm; por desgracia, la mamografía pierde un poco de sensibilidad en caso de mamas densas, como es el caso de pacientes de menos de 40 años, por lo que no se recomienda del todo este examen en este grupo de edad a excepción de pacientes de 35 años o más con antecedentes familiares de cáncer de mama.
La ecografía mamaria se usa frecuentemente como complemento de la mamografía, especialmente en pacientes con mamas densas. Además, es una opción segura para las pacientes embarazadas que presentan hallazgos físicos sospechosos. Lamentablemente, no permite pesquisar lesiones como lo son las microcalcificaciones, que son comunes en patologías malignas.
Por otro lado, la resonancia magnética, a pesar de su alta sensibilidad, tiene un costo significativamente superior a las técnicas anteriores y no está ampliamente disponible, por lo que se reserva para casos especiales, como pacientes con implantes mamarios rotos o para evaluar la extensión del cáncer.
Para concluir, es importante destacar a quienes desempeñan un papel crucial en la ejecución de las mamografías, quienes están a cargo de la calidad de las imágenes y la comodidad de las pacientes: los Tecnólogos Médicos. Puede existir disponibilidad infinita de mamógrafos, pero sin el personal adecuado realizando el examen y teniendo consideración de factores técnicos, de calidad y adaptándose a distintos tipos de pacientes no será posible seguir bajando las tasas de mortalidad por cáncer de mama en nuestro país.
Es muy importante empoderarnos e interiorizar esta información para comprender por qué se repite con tanta insistencia, sobre todo en octubre, que debemos ir por nuestra mamografía. Un examen bien realizado y en el momento adecuado puede salvarnos la vida.
Pía Bello Morales, docente de Tecnología Médica en el área de mamografía