“DELINCUENCIA”; el pueblo ya no cree en las soluciones

No me cabe ninguna duda; que gran parte de nuestros errores los castiga la vida acá en este plano terrenal con la acción de la justicia divina; en resumidas cuentas, lo que va, se devuelve por los caminos menos pensados en nuestro diario caminar.
Es el derecho de todos el pensar y opinar libremente al respecto, apelando a la libertad de opinión o al libre albedrío que poseemos, y por consiguiente, también nos formarnos y expresamos las opiniones que queramos en estos temas y en especial a la delincuencia en sí.
Sin bajarle el perfil ni menos preciar los esfuerzos que se hacen y las ideas que se presentan en los distintos foros políticos al respecto; la realidad es más que alarmante y preocupante. La delincuencia ya se ha arrancado de las manos de la justicia de los “hombres» en gran parte del país, y en el Puerto de San Antonio y balnearios adyacentes, no es la excepción.
En la pasada mesa constituyente, al parecer; se discutió seriamente esta situación y hoy, en la nueva Propuesta de la Constitución Política de la República se ofrecen nuevas directrices en la lucha contra la delincuencia en todas sus formas, no obstante, el ciudadano respetuoso de las leyes imperantes ya no cree en estos ofrecimientos y soluciones de este creciente flagelo que hoy en día aqueja al país.
Sea cual sea el resultado, o como le preguntaran en la nueva papeleta a sufragar, «si usted está a favor, o está en contra del nuevo texto constitucional” en el plebiscito del próximo 17 de diciembre; si o si, la clase política nacional de cualquier color, tendrán que hacer reformas judiciales importantes y potenciar más a Carabineros y a la PDI, o adjudicar más facultades a los guardias municipales para enfrentar de forma apropiada la delincuencia en todas sus aristas delictivas.
El quitar o dar facultades o nuestros organismos de orden y seguridad o el tipo de policías que tendrá la Nación a futuro, dependerá exclusivamente de las necesidades del pueblo; con una policía con logística y procederes adecuados, como por ejemplo, más cámaras de seguridad para que estas actúen eficazmente ante hechos delictivos y efectivos policiales con actitudes y preparación adecuada, que procedan profesionalmente, con facultades claras, drásticas e incuestionables ante hechos delictivos cómo los que están afectando al país hoy en día.
El Estado tendrá que velar por el cuidado del ciudadano común y corriente, poniendo énfasis en la preocupante delincuencia callejera de la que somos víctimas los chilenos que nos dedicamos a trabajar honradamente y pagamos los impuestos a la Nación sagradamente; protegiendo al ciudadano que se gana su sustento en cualquiera de las formas que sea, pero sin delinquir, auxiliando al ciudadano que ya no creen las soluciones que da la clase política para combatir la delincuencia.
HUBERZZA