Creaciones audiovisuales de danza regional llegan a México

Este sábado comienza en la ciudad de Oaxaca “Muestra de Videodanza y/o Videocreación desde el Movimiento de la Región de Valparaíso”, organizada por Escenalborde.

Un total de nueve obras locales, a través de las cuales se busca ampliar y dar a conocer la labor de creadores de las artes escénicas desde el movimiento a nivel regional, fueron seleccionadas para “Muestra de Videodanza y/o Videocreación desde el Movimiento de la Región de Valparaíso”, organizada en México por Escenalborde en el marco del proyecto Territorios en Movimiento, financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de su Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras. El ciclo parte este sábado en la ciudad de Oaxaca y continúa con fechas en San Luis de Potosí y Ciudad de México.
La muestra en el país azteca es además un preámbulo a la realización de la Primera Bienal de Danza Moderna y Contemporánea de la Región de Valparaíso (19 al 28 de abril de 2024) en el Parque Cultural, generando un espacio de intercambio y vínculos con otros cultores.
Las obras seleccionadas son las siguientes: “Solipsismo, solo puedo garantizar la existencia de mi misma”, de Compañía Limo y Denebola Films; “Peces rojos”, a cargo de Compañía Limo; “15 Pasos (los 15 pasos que aprendí”, de Paula Moraga y Carolina Escobillana; “Monotonía”, de Montserrat Salas; “Escuchar (nos)” y “Licuar”, ambas de Colectiva Mundomoebio; “Fragmentos de un cuerpo”, de Rodrigo Cepeda, junto a “Disidentes” y “Hablemos de confinamiento”, de Compañía Espacios Quiméricos.
Montserrat Salas, creadora y realizadora de “Monotonía”, describe esta pieza como “un trabajo autobiográfico, de lo que viví en pandemia. A partir de eso, escogí los hitos principales, como estar frente al computador, salir a correr e ir a la costa. Y en cuanto al valor que tiene que las creaciones de la Región de Valparaíso se conozcan en México, radica en que contribuye a la descentralización, ya que toda se concentra en la capital”.
Marcela Rendic, directora de la compañía Limo, presente en la muestra con dos piezas, señala que “se ha abierto un espacio súper importante para la performance, que es lo que nos une. Hay una búsqueda en el país hacia el sincretismo y la apropiación del espacio. Llegar a México con estos trabajos de la Región de Valparaíso es súper importante para crear vínculos y visibilizar la creación local, transitando de manera tanto presencial como virtual”.
Entre las creaciones que se exhibirán también figura una investigación sobre el proceso creativo de la destacada coreógrafa y bailarina nacional Carmen Beuchat, “15 Pasos (los 15 pasos que aprendí)”, y “Fragmentos de un cuerpo”, una investigación-creación interdisciplinaria en torno a la Ciudad Abierta de Rito que, sus habitantes y su arquitectura.
INTERCAMBIO CULTURAL
El ciclo de muestras de creaciones en formato videodanza y/o videocreación desde el movimiento, para ser presentados en espacios culturales de México, comienza este sábado en la Comitiva Patronal de la Imagen y continúa el domingo en Casa Ceiba, ambos espacios independientes de la ciudad de Oaxaca.
Alberto Duarte y Nitzaye Hernández, directivos de la Comitiva Patronal de la Imagen, destacan que “para nosotros, abrir nuestras puertas a estas obras audiovisuales provenientes de Valparaíso significa mucho más que simplemente exhibir películas. Representa un intercambio cultural enriquecedor que trasciende fronteras y conecta a nuestras comunidades a través de la expresión artística. La danza y la creación audiovisual son formas poderosas de comunicar experiencias, emociones y perspectivas únicas, y al dar la bienvenida a estas obras, estamos abriendo un diálogo entre dos regiones distantes pero unidas por la magia del cine”.
En tanto, Francisco Reyes, coordinador general de Casa Ceiba, indica que “ser sede de la muestra de videodanza es tejer redes, abrir espacios y generar oportunidades con artistas de otras latitudes, conocer poéticas y aproximaciones distintas y tener la oportunidad de conocer y compartir puntos de vista. Es la oportunidad de observar cómo perciben los artistas locales el trabajo que realizan personas con otras historias y otras aproximaciones a la danza. Y por supuesto, generar oportunidades de diálogo”.