Red de Escuelas Especiales de la provincia conmemoraron el Día Mundial del Síndrome de Down

Con una entretenida actividad en la Plaza de Barrancas, la red que reúne a casi una decena de establecimientos educacionales para niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales, se reunieron para celebrar este día.
La jornada contó con bailes, entretención y divertidas actividades para las distintas delegaciones que llegaron a participar de una hermosa mañana, que contó también con la presencia del equipo de la Oficina de Integración Comunitaria de Carabineros de San Antonio.
Miriam Cortes, directora del Instituto Psicopedagógico, destacó que en esta jornada, “como Red de Escuelas Especiales, junto a la Dirección Provincial de Educación, la Oficina de la Discapacidad, la Oficina Comunitaria de Carabineros, hemos querido unirnos para dignificar este día. Una de las características de los niños con Síndrome de Down es su alegría, su facilidad para bailar, cantar, entonces quisimos celebrar este día con una zum-batón. Aquí hay alumnos de todas las escuelas especiales de la provincia y lo hemos pasado súper bien”.
Otra de las características que tuvo la jornada fue realzar el gesto de utilizar calcetines cambiados en este día, como una forma de conmemorar y destacar la diferencia que existe entre todas las personas.
Sinddy Castro, educadora diferencial y jefa técnica del Departamento de Educación Provincial de San Antonio, se refirió a la importancia de conmemorar este día, “es importante saber que 1 de cada 400 personas nace con esta condición. No es una enfermedad y tenemos que esperar como sociedad que cada vez seamos más equitativos y presentemos mayores oportunidades de inclusión, no integración. Hoy día tenemos grandes desafíos, sobre todo en nuestros establecimientos, de no hacer una educación que sea una educación clínica; es decir, que cuando hablo de igualdad de oportunidades y que cuando hablo de diversidad de todo un curso, pero dentro de su mismo contexto, no fuera de él, porque el niño se desarrolla en una sociedad, se desarrolla en una sala y en ese mismo contexto es donde tiene que darse la inclusión”.
Es importante recordar que actualmente existen decretos en educación que indican que todos los niños, independiente de una escuela que tenga programa de integración, se le debe dar una atención integral por parte del establecimiento.
Quienes también estuvieron presentes fueron los funcionarios de la Oficina de Integración Comunitaria de San Antonio, unidad que siempre ha tenido un vínculo muy especial con los alumnos y alumnas de las escuelas especiales del territorio.
El sargento 1º José Vergara, integrante de la Oficina de Integración Comunitaria de la 1º Comisaria de Carabineros, valoró que, “esto no es solamente algo de hoy. Nosotros tenemos un constante acercamiento con las escuelas especiales, sobre todo con el Instituto Psicopedagógico, vamos muy a menudo a visitarlos, ellos también nos visitan para el día del Carabinero. Entonces, siempre estamos en contacto y trabajar en la inclusión de ellos a esta sociedad”.
Experiencia
Sabina Palma, apoderada del Instituto Psicopedagógico, establecimiento al que asiste su hijo Martin, quien tiene 14 años, habló sobre su experiencia con esta condición y el camino que como familia han vivido y aprendido con el paso del tiempo.
“Todos los días esto es un desafío, todos los días hay algo nuevo, un logro nuevo. Lo que yo puedo decir es que para mí como experiencia Martin llegó a revolucionar un poco nuestra armonía, en buen sentido, teniendo pautas, en su ritmo, que es algo que logramos de a poco. Si bien Martín no habla, se expresa corporalmente, entonces día a día es un desafío y todos los días para mi es vivirlo”, expresó la mamá.
Según recuerda, la familia no tenía conocimiento que Martín tenia Síndrome de Down antes de que naciera, algo que hizo el proceso de recién nacido uno aun más desafiante, buscando información, ahondando más en sus necesidades y como podría desarrollarse.
Sabina Palma relató que, “cuando nació Martin no entendía nada, todos corrían para acá y para allá. En ese entonces había una ignorancia, es una condición que yo vi durante mi vida, nunca me detuve a mirar las experiencias, uno tiene que vivirlas. De ese momento llegaron los miedos porque la ignorancia me invadía, yo lloraba y me sentía culpable. Pero después empecé a ver este mundo y recorrerlo con él, creo que no es nada de diferente a otro niño. La única diferencia puede ser que se va a expresar de otras formas, pero yo aprendí al mudito con el Martin. Entonces, si bien creo que hoy en día a lo mejor hay un poco más de conocimiento, tal vez de empatía, creo que aún nos falta un poco”.