TUTTI FRUTTI
El domingo recién pasado los militantes de los partidos Revolución Democrática (Giorgio Jackson) con poco más de veintiseis mil militantes y Convergencia Social (Gabriel Boric) con treinta y seis mil, fueron a las urnas para decidir si se funcionaban en uno solo.
Por el Apruebo se manifestó el 81,07% y Rechazó el 18,68%.
No está demás precisar que del total de quienes podían manifestarse, esto es, casi sesenta y tres mil sólo lo hizo el 16% de ellos con lo que otra vez nos topamos con el tema REPRESENTATIVIDAD.
Porque mal se sostiene el sistema con tanto desinterés mediante.
Bueno. Como íbamos diciendo estos dos partidos pasarán a convertirse en uno sólo y si no se produce una corrida de militantes serán el más grande en cuanto a fichados, superando al Partido Comunista con cuarenta y ocho mil que lo convierte en el más grande del país. Entre ambos además suman dieciséis diputados y un senador.
Y este hecho nos lleva a una reflexión.
Según informe de SERVEL en el país existen veinticinco partidos políticos legalmente constituidos, tres en proceso de formación y otros once en formación. Esto suma un total TREINTA Y NUEVE.
¿Existirán treinta y nueve ideologías distintas tras cada uno de ellos?
¿Habrán treinta y nueve maneras de solucionar salud, educación, vivienda, trabajo y seguridad,
Otras cifras que bien vale la pena tener presentes.
Poco antes de la votación para el segundo referéndum constitucional CADEM quiso averiguar cuáles son los organismos mejor y peor evaluados.
Entre los con más baja aceptación ciudadana el Congreso con el 26% de aprobación.
Y, en cuanto a los partidos o conglomerados políticos; Chile Vamos con el 29%, el Frente Amplio con el 21%, Democracia Cristiana, Amarillos por Chile y Partido Comunista con el 19% y bloque Partido Socialista, Partido Por la Democracia y Liberal el 17%.
Y a ello agreguemos que del padrón electoral de poco más de quince millones según cifra del SERVEL sólo el 2,88% de ellos son militantes (436.912).
Así las cosas uno tiene todo el derecho a preguntarse ¿por qué tanto interés por formar partidos políticos sí se hace evidente que la ciudadanía «no está ni ahí con ellos»?
Puede ser una mera casualidad pero cuando los partidos se autofinanciaban no se viviá esta fascinación por constituirse en uno.
Después de los escándalos habidos por el financiamiento ilegal de la política y, en un afán por poner coto el Decreto con Fuerza de Ley-3 del seis de septiembre del 2017 vino a regularizar y controlar sus gastos.
¿Cuántos individuos han hecho de la política una profesión, por demás rentable?
Giran al rededor de todo partido un número más o menos abultado de individuos que con el rango de funcionarios de los más distintos pelajes, importancia y trascendencia, viven de la «teta política». Juniors, asesores, consejeros, chóferes, secretarias, administrativos, periodistas y un largo etc. que conforman el núcleo del partido. Porque el grupo duro al rededor de los parlamentario se financian con los millonarios gastos de representación que se suman a las jugosas dietas de diputados y senadores.
Como sea, lo concreto es que una de las actividades peor evaluados en nuestro país, que tiene tanta trascendencia en la vida de todos nosotros es magníficamente remunerada y que cuando ellos mismos hablan de que el Estado, ante tanta necesidad, debe apretarse el cinturón jamás recuerdan aquello de que «la caridad empieza por casa».
No hay actividad donde mejor se puede aplicar aquello de «el máximo de beneficio con el mínimo de esfuerzo» que en la política.
Así que no nos sorprendamos que ese 18,68% de frenteamplistas que rechazaron la fusión se margine e intente formar otra partido.
De hecho Convergencia Social es el resultado de la unión de cinco partidos ini piñi; Movimiento Autonomista, Nueva Democracia, Socialismo y Libertad, Izquierda Libertaria y Fuerza Común y que dentro de Revolución Democrática coexisten seis corrientes; Pantalones Largos, Territorialistas, Terceristas, Despierta RD, Ecofeminismo Primero y Regionalista RD.
¿Quién puede dar por seguro que más de algunos se deje llevar por el entusiasmo y se suman a la lista de los partidos en formación?
Total, no requieren una filosofía de la cosa pública, sólo necesitan tres mil firmas y las patas y el buche.
Alejandro Iglesias