La necesidad de potenciar la educación en torno al patrimonio nacional

El Día de los Patrimonios se instauró en 1999 y desde entonces se celebra con la apertura de edificios históricos y eventos cultuales coordinados por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Este 25 y 26 de mayo se llevó a cabo una vez más, con una amplia participación ciudadana a pesar de las inclemencias climáticas en gran parte del país, demostrando la valoración que se tiene del patrimonio en Chile.

Desde el punto de vista de la educación, el patrimonio cultural es un recurso educativo que permite a los estudiantes explorar y conectarse con su herencia. De esta manera, fomentan su sentido de pertenencia e identidad. A través del estudio y la apreciación, los estudiantes pueden desarrollar un entendimiento más profundo de su país, diversidad y lugar en el mundo, a la vez que aprenden a valorar y respetar el patrimonio asegurando su preservación.

La educación patrimonial en Chile puede tomar muchas formas, desde visitas a museos y sitios históricos, hasta la integración de la cultura local en las aulas. Por ejemplo, mediante la poesía y la literatura que dan cuenta de la realidad social en algunas épocas clave de la historia nacional. La música y las artes visuales también ofrecen una ventana al patrimonio cultural, desde el folclor hasta los sonidos contemporáneos o la expresión plástica que refleja la identidad y la diversidad del país.

Asimismo, es esencial que la educación patrimonial incluya la exploración y tradiciones de los pueblos originarios, como las comunidades mapuches, aymará y rapanui, por mencionar algunas. Es fundamental revisar su historia, idiomas, artesanías y su lucha por preservar sus costumbres, ya que esto, hará que los estudiantes desarrollen un entendimiento intercultural, el cual es muy necesario en una sociedad diversa a nivel local y altamente globalizada a nivel mundial.

Incorporar el patrimonio cultural en la educación ofrece a los estudiantes una perspectiva más amplia del mundo, así, fomentan el pensamiento crítico, la curiosidad intelectual y una mentalidad abierta, así como el respecto por las tradiciones y los distintos elementos que le dan forma a la sociedad actual, habilidades importantes para comprender el diverso mundo actual.

El patrimonio cultural de Chile es un recurso invaluable que enriquece la educación, promoviendo que los ciudadanos tengan consciencia y respeto por su herencia natural e inmaterial, las cuales necesitan ser resguardadas para futuras generaciones y, por ello, debe ser una preocupación constante.

Cristián Villegas Director Instituto de Educación y Lenguaje Universidad de Las Américas