La tumba de Platón…¿o de los clásicos?
Durante los últimos días, una noticia mundial ha llamado la atención de los interesados en el mundo grecorromano: el hallazgo de la tumba de Platón en la Academia, institución en la que el filósofo desarrolló sus labores intelectuales y educativas. 01Por su impacto mediático y su tenor enigmático, el descubrimiento de una tumba perdida es un evento que atrae, como se observa en casos icónicos, como el de Tutankamón en 1922, o en las especulaciones sobre las tumbas de Alejandro Magno y de Cleopatra, que revisten un imaginario legendario hasta hoy.
A propósito del hallazgo de Platón, especialistas internacionales fueron entrevistados por los medios de comunicación, instancias en las que mostraron entusiasmo por los aportes científicos y tecnológicos en la historia.En Chile, sin embargo, llama la atención que el foco de algunas opiniones fuera el filósofo, su tiempo y los aportes de la cultura ateniense a Occidente, mas no los efectos del descubrimiento o la importancia de la experiencia griega del pasado en la actualidad.
Desde un punto de vista histórico, el hallazgo no es significativo: no ayuda a comprender mejor a Platón ni a la época en que vivió. Las opiniones que algunos expusieron, en cambio, sí son relevantes, pues evidencian aspectos clave de nuestro conocimiento y perspectiva del mundo clásico.
Lo primero es la idealización acrítica de algunos, que manifiestan las maravillas de la democracia griega, la igualdad ciudadana y los fundamentos antropológicos de su libertad,pero que omiten, en cambio, su carácter censitario, esclavista y la existencia de facciones radicales que disputaron descarnadamente el poder,y que incluso,con violencia y manipulación, utilizaron el exilio frente a opositores políticos. Otro aspecto que llama la atención es la vinculación de la democracia con Platón, habida cuenta de que este no solo fue un acérrimo crítico, sino un promotor de sistemas de corte más bien oligárquico.
Al igual que cualquier período y sociedad, la Atenas de Platón tuvo corrupción, intereses y manipulación, aspectos que, si bien implicaron crisis y demagogia, condujeron también a la adaptación y la renovación política. En este marco, la evidencia histórica no minimiza la importancia de la democracia griega, sino que permite comprenderla mejor según los desafíos de su tiempo.
Un último aspecto es la completa omisión de las experiencias que los griegos ofrecen al presente, en particular la gestión de sus recursos sociopolíticos y la resiliencia que construyeron por los desafíos que enfrentaron: guerras civiles y exteriores, conquistas y colonizaciones, desastres naturales y sanitarios, entre otros, no mermaron su existencia ni su trascendencia histórica.
Más allá de los detalles, el caso en cuestión revela la necesidad de promover y de educar en una visión crítica y actualizada de la civilización grecorromana, así como la importancia de comprender sus ecos en un presente al que pueden aportar en tanto experiencias humanas que gestionaron desafíos similares a los nuestros.
En definitiva, la mirada a los clásicos debiera ofrecer el análisis del pasado y su vínculo con los desafíos del mundo actual.De otro modo, la tumba descubierta no solo será la de Platón, sino la de los clásicos en general.
Daniel Nieto Orriols – Juan Pablo Prieto, académicos de la Licenciatura en Historia, UNAB Viña del Mar