DE MOTU PROPIO -La corrupción de las palabras-

Cómo lo mencionamos en el artículo de la semana pasada como los eufemismos transformaban o modificaban las realidades dramáticas: Nicanor Parra nos lo recordó también durante los festejos de sus 80 años, disparando hacia todas las direcciones su “cambia, todo cambia” (Antes se llamaban asilos de ancianos/ahora se llaman casas de reposo…)Sólo la dictablanda” permanece”.
Han sido por lo general poetas los que han desarrollado esta línea de argumentación sobre el lenguaje, que es en última estancia una argumentación contra el poder, sobre todo en América Latina. Ernesto Cardenal en “Homenaje a los indios americanos, tomó a Ezra Pound, la idea que el poder devalúa y corrompe el lenguaje. Por ejemplo, en “8 Ahau””: Palabras falsas han llovido sobre nosotros/ Sí, hemos tenido un ataque de palabras… /Palabras falsas. Palabras de Locura/ Hemos tenido el ataque de las malas lenguas.
Aclaro que la devaluación del lenguaje guarda relación no con su uso académico, más o menos pulcro, sino con el pensamiento que expresa. Y es probable que por aquí vayan las querencias que los balbuceos político-técnicos, con su reiterada repetición de fórmulas y consignas (“el salto al desarrollo” es solo la más machacona) “están diciendo¨”, sin que sepamos advertirlo:  quien es incapaz de pensar por cuenta propia, sufre los ataques de palabras. O para decirlo con Ernest Bloch: “El gato cae siempre parado, pero el hombre que no haya aprendido a pensar, que no salga de los breves y usuales enlaces de las representaciones. Cae necesariamente en el eterno ayer. Repite lo que otros han repetido; marcha al paso de ganso de la fraseología”. La pregunta que hoy nos hacemos es si estamos dispuestos a dejar de marcar el paso.
Nuestra televisión y medios escritos, sin alejarnos mucho, se han convertido en una cantera inagotable de estas perlas verbales que no quieren decir nada, o cuyos significados, de ser traducidos, nos resultan aterradores.
En el año 1984, en el programa de “INFORME ESPECIAL” en el programa sobre Sudáfrica: fue anunciado con el siguiente eslogan “Sudáfrica: un país desarrollado por blancos y gobernado por negros”.
Sin duda que el título suena bien, pega y es vendedor… pero…lo que se está diciendo es el lenguaje del poder, tanto o más siniestro cuanto más oculto está en la fraseología de todos los días… nos aclara el periodista Carlos Maldonado ilustrándonos sobre la corrupción de las palabras,
Pedro Cruz