No esperemos otros siete años

En estos días hemos conocido el informe de la Comisión Técnica de Pensiones convocada por el Senado para analizar la reforma previsional. Los expertos, representando distintas sensibilidades políticas, llegaron a acuerdos, entre otras materias, en el aumento de la cotización en un 6% adicional con cargo al empleador y del tope imponible, y la introducción de mecanismos de solidaridad intra e intergeneracional, estos últimos de forma transitoria.
La mayor parte de estos elementos estaban contenidos en el proyecto de ley de reforma previsional que, hace ya siete años, presentó el ministro Rodrigo Valdés durante el segundo periodo de gobierno de Michelle Bachelet, y cuya tramitación legislativa tuvo escasos avances. Desde esa fecha hasta ahora, hemos visto pasar distintas propuestas de reforma, sin que se haya llegado a un acuerdo.
El informe de la comisión también recoge algunas de las ideas presentes en el proyecto del gobierno de Gabriel Boric, como es la creación de los fondos generacionales en reemplazo de los actuales multifondos, y la licitación de afiliados, una idea que estaba contemplada en un proyecto de ley enviado al Congreso en el Gobierno de Eduardo Frei, hace más de 25 años.
La comisión no llegó a acuerdo en todas las materias. En particular, no hubo consenso en la separación de funciones de las AFP en un administrador de cuentas único y gestores de inversiones, tampoco sobre el cambio desde un cobro sobre el flujo de cotizaciones a uno sobre el saldo. La recomendación de la mayoría de sus miembros es no innovar en estas materias. Esto probablemente no satisfacerá a quienes consideran que terminar con las administradoras de fondos de pensiones es un objetivo central de cualquier reforma. A su vez, los mecanismos de solidaridad que sugiere no serán del agrado de quienes defienden mantener el principio de la propiedad individual sin permitir ningún otro destino para las cotizaciones.
El informe de la comisión nos sugiere que los elementos de consenso para lograr una reforma que tenga un impacto positivo en el funcionamiento del sistema y las pensiones de sus afiliados existen y desde hace bastante tiempo. Cada año que pasa tenemos pensionados que siguen esperando mejoras y es un año menos de una mayor acumulación de ahorro de los actuales trabajadores. ¿Tenemos que esperar otros siete años?

Gonzalo Islas Decano Facultad Ingeniería y Negocios Universidad de Las Américas