No solo de fútbol se vive en los colegios

ELPROA
El Diario de San Antonio

El año pasado Chile fue protagonista de un hecho histórico en el ámbito deportivo: los Juegos Panamericanos Santiago y Parapanamericanos 2023. Asimismo, hace diez años nuestro país también fue sede de los Juegos Suramericanos Santiago y Parasuramericanos 2014. Ambos hechos marcaron un antes y un después, sin embargo, ¿dónde queda ese legado en el ámbito escolar?
Debemos recordar que en estos magnos eventos se desarrollaron disciplinas deportivas individuales, colectivas, de colaboración, con oposición y adaptado. Estas prácticas fomentan el desarrollo de habilidades físicas, psicológicas y sociales, entre ellas está el trabajo grupal, la toma de decisiones, resiliencia, capacidad de resolución de problemas, responsabilidad, autoestima, comunicación, liderazgo, reducción de la ansiedad y la depresión. Todas ellas mejoran la función cognitiva, cardiaca, endocrina, músculo esquelética y pulmonar, entre otras. En relación con deporte adaptado o paralímpico, los beneficios son personales, colectivos y sociales, destacando la integración e inclusión de personas en situación de discapacidad.
Las orientaciones ministeriales y de política pública educativa, apuntan a que la Educación Física escolar, tanto en la práctica deportiva individual o colectiva, favorece la adquisición de habilidades y conocimientos del estudiantado. La gran mayoría de estos deportes son transferibles al contexto escolar, ya sea en las horas lectivas o no lectivas. Si bien la práctica del fútbol también permite el desarrollo de varios de los beneficios anteriormente señalados, en los patios de los colegios y en las clases de esta asignatura se tiende dar cabida principalmente al fútbol, muchas veces posicionándose por sobre los demás deportes.
Existe evidencia científica que especifica los beneficios de mantenerse en movimiento. Si los estudiantes practican y participan de diversos deportes, desarrollarán competencias, conocimientos, actitudes y destrezas personales, las que luego también se traspasan a nivel familiar y social.

Antonio Castillo Académico investigador de la Facultad de Educación Universidad de Las Américas