LOS QUE NOS HACEN UN GRAN FAVOR

Es muy común acá en la provincia de San Antonio que los habitantes que no han tenido buena educación hogareña y estudiantil; cuando ganan un poco más de dinero que el normal de la gente o adquieren algo de poder por distintas razones sean levantados de raja.
A través de los años he percibido este comportamiento en muchos trabajadores en la Provincia; actitud que muchas veces es acompañada con un alto nivel de soberbia, que se refleja en distintos comportamientos y conductas; como por ejemplo; responder el saludo de malas ganas o dar el apretón de manos de manera displicente o simplemente no responder el saludo cuando uno lo hace grupalmente al llegar a equis lugar. Lo he comprobado en distintos ambientes sociales y lugares públicos acá en el Litoral de los Poetas.
De ejemplo un botón. Cuando alguien llega a un recinto en el cual se encuentran alrededor de 10 o 20 personas y el que llega saluda al conjunto con un buenos días o un buenas tardes, más de la mitad no responden y generalmente miran al que saluda de forma desafiante, y peor aún; es cuando esa persona saluda con un tono de voz fuerte; estos se molestan como si esa persona que saludo al grupo amablemente y en voz alta fuera un falta de respeto con ellos al utilizar ese buen hábito grupalmente. Digno de analizar.
En los lugares de trabajo en los que existen una cantidad importante de funcionari@s es más frecuente esa actitud; ya que, generalmente en esos grupos humanos el trabajador que por formación familiar saluda con un apretón de manos, una venia o una gentil alocución verbal; recibe al contrario, una fría respuesta, muchas veces sin apretar la mano como es debido o simplemente, le contestan mirando para otro lado. Creo abiertamente, que estos individuos se imaginan en su mente engreída e impetuosa, que le están haciendo un favor al responder el saludo cortésmente a la persona.
Esa conducta de saludar de mala manera, de forma displicente, engreída o arrogante es muy común hoy en día en algunos asalariados independientes o dependientes que generan un poquito más de ingresos que el trabajador promedio en la región.
Sin bajar el perfil a lo anteriormente escrito, puede que existan personas en esos grupos que no devuelven los saludos por ser personas tímidas o introvertidas o pudiesen sentirse incomodas por tener una personalidad reservada o ser un poco selectivas y desconfiadas con quien interactúan. Es válido; o simplemente, pueden estar distraídos o preocupados por otras cosas en ese momento; como también, pudiese existir marcadas diferencias culturales o diferentes interpretaciones a la cortesía en este acto de buena educación de los demás.
La conducta de responder los saludos de mala manera, el común de la gente lo percibe como una actitud negativa hacia ella, no obstante, no es así; es solo el mal hábito de no responder gentilmente. En estricto rigor en nuestra cultura, el responder decentemente un saludo es una muestra de respeto, aprecio y afecto hacia la gente; y el no responder un saludo, inevitablemente nos conduce a que seamos tratados de la misma manera cuando nos saludan. Lamentablemente es por esa razón que la gente que era gentil con esa acción hacia sus compañeros de trabajo, ya no los saludan como en un principio. Ellos se aburrieron que les contestaran su amistoso buen día, como haciéndoles un gran favor o ignorándolos.

HUBERZZA