¿Qué seríamos hoy sin los asistentes virtuales?
La tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, y cada día convivimos con innovaciones que hace poco parecían extraídas de la ciencia ficción. Asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant, pasaron de ser una curiosidad tecnológica a convertirse en compañeros esenciales de nuestra rutina diaria. Alexa, por ejemplo, alcanzó las 15.069 funciones solo en Estados Unidos y en países como España contabiliza 7 mil millones de interacciones anuales. Su penetración en nuestra vida es tal, que algunos sondeos recientes dan cuenta de que el 34% de los nacidos después de 2010, es decir, la llamada generación Alfa, prefiere hacer preguntas a estos asistentes antes que a sus padres.
Estos programas representan la materialización del sueño de la inteligencia artificial al servicio del ser humano. Su capacidad de aprendizaje, basada en el procesamiento del lenguaje natural y el uso de algoritmos complejos, les permite entender nuestras necesidades, adaptar sus respuestas y facilitar nuestras tareas cotidianas. Desde recordarnos una reunión hasta encender las luces de nuestra casa, estos asistentes han logrado integrarse de forma casi orgánica en nuestro día a día. Además, nuevas herramientas como ChatGPT también han incorporado funciones de asistente de voz, permitiendo realizar tareas en formato de conversación de una manera aún más intuitiva y personalizada. De hecho, nos hemos acostumbrado tanto a su presencia que, en ocasiones, nos es difícil imaginar cómo sería nuestra vida sin ellos.
La pregunta “¿Qué seríamos sin Siri, Alexa o Google Assistant?” nos invita a reflexionar sobre lo indispensable que se ha vuelto esta tecnología, pero también nos recuerda que estos avances son fruto del trabajo creativo y riguroso de profesionales que entienden la ciencia y el arte de la ingeniería. Sin embargo, también es importante reconocer los desafíos y riesgos inherentes a esta tecnología. Los asistentes virtuales nos brindan comodidad, pero también nos exponen a cuestiones complejas sobre privacidad, seguridad y el uso de nuestros datos personales. ¿Cómo asegurarnos de que la tecnología que creamos respete los derechos de los usuarios? ¿Cómo garantizamos que los datos recolectados se utilicen de forma ética? Estas son algunas de las preguntas que deben estar presentes en la formación de los nuevos ingenieros, y en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello estamos comprometidos a proporcionar un espacio de reflexión y aprendizaje para abordar estos desafíos.
Asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant son un reflejo del potencial transformador de la ingeniería informática. Han cambiado nuestra forma de interactuar con la tecnología, convirtiendo una conversación con una máquina en algo tan natural como hablar con un amigo. Pero detrás de cada comando de voz y cada respuesta precisa, está el esfuerzo de ingenieros que trabajan incansablemente para hacer que la tecnología sea más humana y accesible.
¿Qué seríamos sin Siri, Alexa o Google Assistant? La pregunta correcta podría ser, más bien, ¿qué podemos ser con ellos y más allá de ellos? Ese es el desafío que queremos que nuestros ingenieros asuman: ser los creadores de la próxima gran innovación que nos acompañe, nos entienda y nos ayude a ser mejores como individuos y como sociedad.
Nicolás Caselli Benavente
Director Ingeniería Civil Informática
Universidad Andrés Bello, Concepción