El 2024 ha Muerto, viva 2025
Se veía difícil, terminaba 2023 y los augurios para 2024 no eran muy auspiciosos, entre la economía, las elecciones municipales y los proyectos aún en el Congreso, el nuevo período, tanto para el Gobierno, como para toda la clase política, se presentaba desafiante y con diagnóstico incierto. Los primeros meses confirmaron aquello, agravado por los incendios forestales principalmente en la región de Valparaíso, con un número de pérdidas humanas y materiales sin precedentes y un desenlace judicial que solo confirmó la gravedad de los hechos.
Durante el año los temas más recurrentes fueron, una vez más, la seguridad y la corrupción. Qué duda cabe de que la crisis de seguridad se ha transformado en el principal tema de preocupación social, del que se desprenden, a su vez, varias aristas: por un lado, resurge como tema redundante la migración y cómo ella golpea la sensación de seguridad vigente; por otro, se constata la violencia con que se presentan los delitos; pero además, hay una sobre explotación mediática de todo lo que envuelva temas de seguridad: noticieros y matinales, concentraron sus recursos en transmitir esto, una y otra vez, profundizando aún más en la crisis de seguridad vivida.
Una tercera arista de esta sensación de inseguridad se expresó por medio de la corrupción que involucró tanto a sectores públicos y privados; es esa percepción de que nos están robando no sólo en la calle, sino que también a través de nuestros impuestos: entre los casos convenios, audios e Isapres, sumados a las investigaciones en los municipios de Maipú, Recoleta, Algarrobo, Rancagua, Las Condes, entre varios otros; la sensación ciudadana pareciera ser una mezcla entre resignación y rabia.
Sumado a aquella gran crisis que nos afecta, este año se abrió la puerta a lo impensado, acusaciones de violación y abuso sexual que llegaron, incluso, a La Moneda. La denuncia contra el ex Subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, caló hondo en la ciudadanía, a ella se unen otras denuncias similares como la que involucra al Diputado Pulgar, al Alcalde Neira (Temuco) y al ex futbolista Valdivia, más la condena por abuso de menores contra Eduardo Macaya, todos hechos de extrema gravedad y reprochables.
Pero no todo fue malo este 2024, hubo elecciones y, pese a los alarmantes vaticinios, el país “resistió” y hoy con antiguas y nuevas autoridades regionales, el país avanza, no lo rápido que soñásemos, pero se mueve. Lo mismo con los proyectos legales, la Ley Corta de Isapres se aprobó y aunque quizá las expectativas de los afiliados eran mayores, al menos el tema quedó zanjado. Respecto a la reforma de pensiones, por fin y luego de más de 10 años, debiéramos tener buenas noticias en enero próximo.
Temas pendientes quedan varios, pero al mirar retrospectivamente podríamos concluir que el 2024 logró sobrevivir, veremos si el 2025 nos trae más alegrías que las pocas que en estos días dejamos atrás.
Felipe Vergara Maldonado
Analista político
Universidad Andrés Bello