Instituto Psicopedagógico realizó su tradicional Feria de Navidad

Como cada fin de año, el establecimiento educacional tuvo abiertas sus puertas, para que la comunidad pudiera disfrutar e incluso comprar algunos de los trabajos que realizaron los estudiantes con motivo de Navidad.
La muestra es una tradicional actividad de fin de año del Instituto Psicopedagógico, donde los estudiantes y sus distintos talleres presentan sus trabajos, los cuales en su mayoría están especialmente pensados en la festividad.
Carol Bustos, profesora del Laboral 1A, integrante del gabinete técnico del colegio y en los cursos de séptimo y octavo básico, comentó que, “esta feria nació hace bastante años atrás, donde se exponen los trabajos de los talleres laborales que se hacen durante todo el año. Todos estos recursos son obviamente para comprar materiales, herramientas que se van deteriorando y poder ir renovando y haciendo más cositas bellas. Hoy día, estoy con el taller de reciclaje y habla del reciclaje de vidrio, madera, plástico, papel, dándole una reutilización a productos que muchas veces nosotros botamos en el hogar y nosotros los quisimos reutilizar, inventar una nueva versión del producto”.
Además estuvieron los talleres de costura y envasado mostrando sus trabajos, a lo que se suma otros productos realizados por los estudiantes a lo largo de este año, lo que también da cuenta del aprendizaje que obtuvieron con el paso de los meses.
Miriam Cortés, directora del Instituto Psicopedagógico, destacó la importancia que tiene para el establecimiento y la comunidad educativa mostrar sus productos, dando cuenta de los avances que tienen los estudiantes a lo largo del año.
“Para nosotros es un orgullo poder mostrar principalmente a los padres y a nuestros vecinos, el trabajo que se ha realizado en los talleres y también en los cursos básicos con los alumnos. Acá los padres pueden venir, ver los cuadernos de sus hijos, ver las manualidades de sus hijos y los talleres mostrar los lindos trabajos y vender, si es posible, para poder con eso comprar nuevamente material para iniciar el próximo año. Acá los talleres, todo lo que ellos producen y venden, son para autofinanciar el trabajo que ellos planifican para el año. Y lo principal, es que esto es un proceso, empieza en los cursos más pequeños para terminar en los laborales. Entonces, es un proceso el uso de la tijera, el uso de agujas, ellos empiezan con agujas de lana, todo un proceso hasta llegar a poder, por ejemplo coser en una máquina en los talleres. Igual pasa con el envasado, se empieza a trasvasijar primero cosas y luego llega a trasvasijar maní, condimentos. Pero eso es todo un proceso que se hace hasta lograr que cuando ellos lleguen a los talleres laborales puedan ya hacer una tarea y terminarla de principio a fin. Es en el fondo tratar de darle un pequeño oficio a ellos para que el día de mañana, junto a su familia, puedan tener algo con que enfrentar la vida, una pequeña pyme, o un trabajo a lo mejor en la feria, o en su propia casa”, explicó la directora del establecimiento.
Actividades de fin de año
Cortes detalló que, “esta es la última actividad pública, pero luego viene la despedida de los niños, la convivencia de fin de año, donde el Centro de Padres en realidad se ha lucido para preparar algo hermoso, ellos son los que han trabajado bastante para entregarles una rica once a los chicos, una despedida bonita. Y luego ya licenciamos a los estudiantes que egresan de la escuela por edad, porque viene el momento de la despedida. A los 26 años, los jóvenes egresan y ya ahí nos queda nosotros la deuda pendiente que tenemos con este grupo de personas, de adultos ya, porque aún ni el Estado, ni los particulares han podido entregar una solución sobre qué hacer con estos jóvenes que realmente quedan en sus casas. Entonces en el fondo, si la familia no apoya, los chicos llegan a las casas y no tienen ni socializan, no tienen con quien otra actividad realizar y eso es una deuda pendiente que tenemos”.
A los tres estudiantes que egresan del establecimiento, se suman los alumnos y alumnas que avanzan de octavo año básico de la escuela especial e ingresan al siguiente nivel educacional, pudiendo participar desde el próximo año en los talleres laborales del Instituto.
“Por eso invitamos a los padres, a los compañeros de ellos, a los otros apoderados, porque en algún minuto también sus hijos van a pasar por esta situación. Entonces hay que acompañar a estos muchachos que egresan al mundo laboral y a otros que ingresan a la vida diaria y a otros que pasan a incorporarse a los talleres laborales. Además este año, uno de los estudiantes que sale de nuestra escuela ingresa a la educación de adultos, porque sus metas en realidad se dispararon. Nosotros estamos continuamente reevaluando cuando el alumno es capaz de continuar el estudio a la enseñanza regular o a la educación de adultos, inmediatamente lo incorporamos al lugar que él puede, porque es de acuerdo a cada niño. Lo que cada niño puede se va planificando y hay un alumno que va a ingresar a la educación de adultos a completar su educación básica, a nivelar su educación básica e iniciar la educación media”, comentó Miriam Cortés.