REFLEXIÓN DE FINAL DE AÑO
Siempre cuando nos acercamos a un final de año y miramos la última hoja del calendario, generalmente hacemos una evaluación de nuestro recorrido anual y nos damos cuenta que fue con altos y bajos, como es la vida en sí y la genética del ser humano, a la vez, nos proyectamos para el año venidero con la esperanza que sea mejor que el pasado.
Aparecen en nuestros planes emotivos el enmendar o corregir lo equivocado y desechar lo nocivo o dañino y por ende continuar con los hábitos y comportamientos que nos dan armonía personal y a nuestro entorno.
En están fechas se percibe una disposición positiva y buena voluntad en gran parte de los seres humanos y se espera que estos sentimientos y deseos de mujeres y hombres de bien converjan en resultados favorables para todos en general. Esa debiese ser la actitud de todos en este planeta.
En estos días en curso un gran porcentaje de la humanidad en sus saludos de final de año desean prosperidad, felicidad, buena salud y armonía para el año que se avecina y sinceramente me gustaría que esos sentimientos fuesen durante los 365 días del año.
Por lo mismo y aprovechando estas fechas de reflexión, creo que a partir de mañana 01 de enero del 2025, es el tiempo y el momento de concretar todas las buenas intenciones que supuestamente tiene nuestra actual clase política, y que este lapso mágico de tiempo entre la navidad y año nuevo ellos logren meditar sus palabras decretadas en sus últimas apariciones públicas.
Es esperanzador escuchar a los señores estadistas de ambos lados de nuestro menú político, con su sarta de palabras envolventes, en sus últimas apariciones públicas; con un común denominador: “El bienestar del país”. Se percibe una disposición positiva y buena voluntad en gran parte de la clase política para tomar acuerdos y que estos converjan en resultados favorables para todos. Sin embargo y siendo bien realistas; ellos, los ilustres en un alto número en sus promesas políticas de fines de año, solo venden ILUSIONES DE BUENAS INTENCIONES. Como siempre, los legislativ@s del hemiciclo de Valparaíso caen en discusiones partidistas en las aprobaciones de los buenos proyectos enviados por el Gobierno, alargando su aprobación o lisa y llanamente las desechan.
Hay que reconocer que existe una camada de buenos políticos capaces; con sed y hambre social, que quieren trabajar por el “VERDADERO BIEN PAIS”, que apoyan las buenas ideas que surgen del Poder Ejecutivo y que tienen un buen desempeño en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República. En ellos cae la responsabilidad de que el pueblo vuelva a creerles y no, «nos sigan pintando la cara”; ojalá que los polític@s de la Nación recapaciten y hagan una “Reflexión de final de año”, en su accionar gubernamental sin entrampar los proyectos que van en directo beneficio de los ciudadanos. Reflexión: “Hoy, el ciudadano está mucho más
HUBERZZA