EL LEGADO DE ÁLVARO

Muy rara vez escribo una crónica mencionando a una persona con nombre y apellido perteneciente a mi círculo social, ya sea familiar o amistades y en especial a los que forman parte de mi ámbito laboral. Sin embargo, en esta oportunidad me saldré de esa línea editorial.
Actualmente se están haciendo reparaciones al interior del Puerto de San Antonio, específicamente en el muro de contención y abrigo que protege el costado oeste de STI; reparaciones, que según los entendidos eran estrictamente necesarias para proteger adecuadamente a dicho recinto portuario de las marejadas o temporales; y por ende el seguro traslado de vehículos por el costado del muro en cuestión.
En cierta oportunidad un colega portuario, específicamente don Álvaro Sotomayor Muñoz me menciono lo triste que estaba al ver como se destruían algunos bloques de concreto que forman parte de ese muro de contención y me comento con mucha emoción que su abuelo trabajo en esa construcción siendo el conductor del tren que llevaba las rocas desde el sector de Cantera en Pelancura para ser ocuparlas en dicha construcción. A la vez, me contó que esas moles cuadradas de concreto formaban parte del Puerto de San Antonio desde sus inicios. En el transcurso de nuestra conversación concluimos que ninguno de los dos estábamos en contra “Del Modernismo del Resiento Portuario”, ni menos en hacerlo «Mas Seguro” para los trabajadores y los transportistas externos, sin embargo salió a la palestra lo poco visionarios que fueron los encargados del tema y no pensaron que con unos seis de esos bloques se pudo haber hecho algún memorial al interior del puerto o en las inmediaciones recordando la historio de la construcción de nuestro amado puerto que brinda trabajo a tantos que habitamos en la zona.
En fin, quedo la inquietud y en el transcurso de estos días apreciaba a Álvaro como siempre contemplativo y observador. Yo pensaba que era por sus últimos días de trabajador portuario, al igual como lo he percibido en muchos otros compañeros de Orilla que se acogen a retiro. Sin embargo; un par de días atrás, Álvaro, con sus facciones marcados en su rostro de hombre de ORILLA y conocedor del arte de vivir; después de una charla de seguridad me hablo muy sonriente: «Hugo. Se me ocurrió, que como hoy están quedando muy parejos los nuevos muros de contención, se le podría darla oportunidad a muchos artistas del graffiti para que plasmen con su arte la historia del recinto portuario en esos muros”.
Con esa ocurrencia de Álvaro se deja el pañuelo en el suelo, para que algún ejecutivo lo recoja y tome cartas en el asunto; ya que, sería una excelente demostración a la ciudadanía y en especial a las visitas guiadas que EPSA apoya realmente las artes locales. Esos bloques plasmados con murales o graffiti con nuestra historia portuaria, proporcionarían una mejor estética al plomo frío de los actuales diques de contención; promoviendo nuestra identidad y “Acercando más el Puerto a la Ciudadanía». Esos muros pintados o cubiertos con otro tipo de arte u excreción urbana, revitalizarían y fomentarían la identidad de l@s sanantoninos en general aportando a las nuevas generaciones una imagen distinta del recinto portuario.“¡SI!”; es realizable esta idea de Álvaro, y lo quise dejar plasmado en mi crónica de hoy. A la vez, no puedo dejar de mencionar que el real legado de don Álvaro Sotomayor, es y será, el recuerdo que dejara en la orilla, como un buen trabajador portuario y la de un verdadero caballero y excelente ser humano. Suerte Álvaro en tu nueva etapa de vida.
HUBERZZA