Niño cartagenino volvió a sonreír gracias al trabajo del equipo del CEO del SSVSA

“Camilo tuvo varias fracturas, le extirparon el bazo, se quebró el fémur, tuvo quemaduras en la carita, cortes en el brazo y perdió los dos dientes de adelante”, relató su madre, María Córdoba.
Desde Cartagena, donde viven, acudieron al Cesfam local y, desde allí, al Hospital Carlos Van Buren, que derivó al menor al Centro de Especialidades Odontológicas (CEO) del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA).
Ahí, en el CEO, comenzó una atención coordinada y oportuna. “Lo recibimos el 4 de marzo con una avulsión completa de los dientes 1.1 y 1.2”, explicó la odontopediatra Carolina López. La avulsión corresponde a la pérdida total del diente, incluyendo la raíz, una situación que requiere atención inmediata. “El año pasado no fue al colegio. Hoy está de vuelta y necesitaba recuperar su seguridad para sonreír”, detalló.
El tratamiento, liderado por la doctora López y el rehabilitador oral Jaime Cruz, se centró en ofrecerle una solución estética provisional, adecuada para su edad y estado clínico.
“Esto no era solo funcional, era emocional y social. El día que se los colocamos, la mamá le dijo ‘hijo, volviste a sonreír’. Eso lo es todo”, expresó Cruz, quien valoró el trabajo interdisciplinario que se realiza en el CEO. doncia y laboratorio, se reconstruyó su mordida y se habilitó el espacio necesario para los dientes. “No son implantes. Es una solución temporal que permite a Camilo enfrentar su etapa escolar con seguridad”, aclaró el especialista.
El equipo estuvo compuesto por odotopediatría, rehabilitación oral y ortodoncia, con la participación del doctor Marcos Lovera, ortodoncista.
Camilo será acompañado por el equipo del CEO durante toda su etapa de crecimiento, hasta que esté en condiciones de recibir una rehabilitación definitiva, posiblemente un implante dental. “Ya es un paciente de largo plazo para nosotros”, afirmaron los profesionales, destacando también el compromiso del niño y su familia.
“Quiero agradecer a todos. Nos atendieron súper bien, estamos muy agradecidos”, dijo María, su madre. Camilo, por su parte, contó que ahora ya puede sonreír tranquilo y que sus nuevos compañeros del colegio Pedro Aguirre Cerda de Cartagena ni notaron el cambio.
La doctora López enfatizó que este caso fue abordado de manera excepcional. “Lo importante es recalcar que esto no es lo habitual. En una avulsión, lo ideal es reimplantar el diente de inmediato. Pero en este caso no fue posible por el contexto médico, el accidente fue grave y Camilo no podía recibir esa atención en ese momento. Por eso el equipo hizo todo lo posible para dar una solución rápida, estética y funcional”.
Esta experiencia da cuenta del nivel humano y técnico del equipo del CEO, y cómo la salud pública, cuando hay voluntad, compromiso y trabajo en equipo, puede ofrecer tratamientos de altísima calidad y cambiar la vida de las personas.