Día Mundial de la Obesidad

Los niveles de malnutrición por exceso en la población infantil en el país mantienen cifras alarmantes que, sin duda producto de la Pandemia por COVID 19, se han incrementado. El sobrepeso y la obesidad se produce por un balance energético positivo, lo que significa que la persona ingiere más calorías de las que requiere, es decir, come más de lo que puede gastar.

En el Día Mundial de la Obesidad debemos considerar el peligro que esta enfermedad reviste y prevenirla, especialmente en nuestros niños. Al contrario de lo que ocurre con la pandemia del Covid en que las autoridades del país y el mundo reaccionaron con rapidez y de forma enérgica, la obesidad parece haberse normalizado como un problema más de salud. En Chile hay más de 200 mil niños obesos y en la población general el sobrepeso y la obesidad afectan a más de la mitad de los habitantes.

La pandemia solo vino a agravar esta situación con niveles de sedentarismo que aumentaron tras dos años de las clases on-line para niños y adolescentes, teletrabajo y con un consumo energético en muchos casos aumentado producto de la ansiedad. Se elevó el consumo de alimentos con alta densidad energética como galletas, dulces, snacks salados, frituras y masas y los hábitos alimenticios se relajaron a conductas menos saludables.

Ahora, la gran inquietud podría ser ¿Cómo podemos evitar que nuestros niños sigan aumentando de peso? El retorno a las clases presenciales ya es un primer paso, pero a esto debemos agregar una rutina de estilos de vida saludables, la que debe considerar una alimentación ordenada, variada y equilibrada además de complementarlo con actividades que entretenga a los niños pero que al mismo tiempo requiera gastar energía, como, por ejemplo, bailar, realizar circuitos de ejercicios en familia, saltar a la cuerda, jugar al elástico entre otros.

Respecto a la alimentación propiamente tal, lo ideal es establecer horarios de alimentación que incluya desayuno, almuerzo, once y cena además de alguna colación durante el día como fruta o frutos secos. Es muy importante considerar el tipo de alimentos a consumir, prefiriendo siempre los alimentos naturales por sobre los alimentos envasados y procesados además de la porción adecuada para cada uno, ya que las porciones para un niño no son igual que para un adulto. Aumentar la ingesta de agua y fibra, es otro factor clave para poder mantener el peso en nuestros niños y niñas y comenzar a dejar atrás esta amenaza para su salud actual y futura.

María Cristina Escobar Contreras
Directora Carrera Nutrición y Dietética
Universidad Andrés Bello