Milennials y “Z”: Deprimidos pero conscientes de su malestar
Si bien es cierto que en la llamada “generación deprimida” hay más uso de antidepresivos, más asistencia a terapia psicológica y más expresión autoinformada de ansiedad y tristeza, como lo señala en un artículo de BBC News,Begoña Albalat Peraita, investigadora en psicología general sanitaria de la Universidad Internacional de Valencia, me quedo con sus últimas palabras: “esta es la generación deprimida porque reconoce su malestar sin vergüenza ni miedo”.
Hoy en día, los jóvenes se atreven a decir que van al psicólogo o psiquiatra y que toman medicamentos para la depresión o la ansiedad. El fantasma de “el qué dirán” o “no se lo cuentes a nadie porque te van a encontrar loca/o” ha sido erradicado. Sin embargo, otra amenaza se cierne sobre estos jóvenes: las redes sociales.
No se puede negar que ayudaron a mantener el contacto con los seres queridos o hacer nuevas amistades durante esta pandemia. Pero su excesivo uso también ha generado esta resaca social que describe Albalat.
Por otra parte, las redes sociales y los buscadores de las diferentes plataformas han permitido que las grandes empresas tengan acceso a una infinidad de datos sobre las personas para bombardearlas con publicidad.
El gran problema surge cuando aquellos jóvenes que son más vulnerables se refugian en el denominado “doppelgänger digital”, un doble que calza a la perfección con los modelos y patrones que la actual sociedad impone. Algunas veces, es más fácil aceptar esta imagen que resulta ser sumamente convincente, que no estar de acuerdo con lo que está de moda.
Sara M. Watson, crítica de tecnología afiliada al centro para internet y sociedad de la Universidad de Harvard, declara que es preocupante que los algoritmos solo tomen en cuenta los números y no respeten la individualidad o deseo de ser distintos de cada persona. Muchas veces, suelen conocer mejor a las personas que ellas mismas.
“Nuestro doppelgänger informático es el rastro de lo que ha dejado en línea _desde sus cambios de estatus hasta lo que compramos, como todo lo demás incluido_ procesado y presentado como una versión de nosotros mismos que es lo suficientemente cercana como para ser convincente”, declara Aleks Krotoski en su artículo “¿Qué es un doppelgänger y dónde está el tuyo?”.
Este es el nuevo fantasma que persigue a la “generación deprimida” que, por otra parte, debe decidir si acepta el desafío de conocerse a sí misma. Si emprende esta aventura, tendrá que estar dispuesta a realizar un “proceso de individuación” que la llevará a conformar una identidad verdadera y a aceptar su calidad de ser dual.
Carl GustaveJung aseguraba que solo aquella persona que es capaz de diferenciar ese “otro yo” _también conocido como la sombra o parte oscura enajenada_ que puede orientarlo y asimilarlo de una manera equilibrada,conseguirá una identidad única.
Por eso mismo, cuando señalé al comienzo que los Millennials y Generación Z aceptan su condición “depresiva”, lo celebro y los felicito porque han sido capaces de dar el primer paso para conocerse a sí mismos en una sociedad que privilegia las redes sociales, que se han vuelto adictivas, tanto para los jóvenes como para los adultos.
Carolina Heiremans
Directora Nacional del Bachillerato en Humanidades y Ciencias Sociales.
Universidad San Sebastián