¿Estaremos empezando a ser racistas?

La diversidad de razas en el país es un tema que hay que abordarlo con mucha seriedad y alturas de miras, más aún; siempre hay que tener presente que el racismo en sí, es pernicioso y daña tanto al que lo profesa, como al que lo padece.
Actualmente estamos viviendo un fenómeno de migración de gente de color sin precedentes en nuestra historia migratoria y es una realidad ya inserta en nuestro diario vivir.
Es bueno que en toda sociedad se reconozcan los errores en esos aspectos y se planteen límites y normas de buenas conductas para corregir y superar estos, tenemos que comprender que el éxodo es una realidad totalmente vigente en nuestro país ya sea, con el beneplácito de algunos y de otros no.
Esta gente en su mayoría viene a contribuir y a trabajar esforzadamente y otro porcentaje como lamentablemente se ha demostrado en el último tiempo viene hacer actividades ilícitas que dañan enormemente la armonía nacional.
El aporte positivo o lo bueno de estos emigrantes se tomará y lo malo se desechará. Chile es un país donde caben todos los que vienen a aportar con su trabajo y honradez. Todos los que ven a este país como una tierra de oportunidades tendrán que adaptarse a las leyes del Estado y aceptar las condiciones de este pueblo que les está abriendo sus puertas y recibiendo sin mayores impedimentos.
He notado en estos días un alto grado de incomodidad de muchos compatriotas referente a eso, y es notorio su malestar. Debemos de reconocer que estamos empezando a adoptar una conducta que es muy propia del ser humano cuando este tipo de situaciones se empiezan a desbordar, siendo el dañino y lamentablemente el racismo más un nacionalismo errado.
Como dicen algunos por ahí, que somos una sociedad discriminatoria, segregacionista y algo resentida en todos los extractos sociales del país, al parecer, ¡si ya somos racistas!, incluso sin haberlo vivido de la forma en que se ha vivió en otras naciones; es muy venturoso aseverarlo, ya que, experimentar el racismo propiamente tal es una experiencia que la sociedad chilena al parecer la está recién padeciendo, y en realidad es muy prematuro argumentar, si somos o seremos a futuro, una sociedad contemporánea en extremo racista.
Con la esperanza a no equivocarme, todo apunta a que en las próximas generaciones, quizás no lo seremos, nuestros hijos tienen una mentalidad inclusiva en muchos aspectos, y tienen muy claro conceptos como la no superioridad de un hombre, por sobre el otro, por su genotipo, y que el color de la piel no hace a un ser humano, mejor o superior al otro. No obstante, las cosas por su nombre, una parte importante de la sociedad chilena está muy molesta por la permisibilidad del gobierno pasado y del actual en relación a los delitos que están sucediendo en el país, cometidos por extranjeros y piensan que la mano dura no será bajo ningún aspecto una discriminación étnica o social. El país pide mano dura para todo tipo de delincuentes sin importar su procedencia o su color de piel.

HUBERZZA