SIMCE 2022 ¿una oportunidad?

El Simce 2022 ya es una realidad, con fechas confirmadas de aplicación para 4° básico y 2°medio. Si bien sólo se aplicarán las pruebas de Comprensión Lectora y Matemáticas, la decisión del CNED (Consejo Nacional de Educación) se contrapone en parte a la propuesta del Ministerio de Educación que planteaba suspender las 11 evaluaciones del Simce para este año.

El CNED justifica su decisión desde la necesidad de conocer, analizar y comprender el impacto de la pandemia en el aprendizaje de las y los estudiantes y sus comunidades educativas. Con esto busca llevar a cabo acciones tendientes a planificar las instancias pertinentes de abordaje de las problemáticas detectadas.

Si bien el Mineduc no comparte la decisión, se ha planteado que colaborarán en la implementación de lo propuesto, pero sin desconocer que este retorno a la presencialidad ha develado problemáticas profundas en estos nuevos espacios de convivencia, diálogo y re-conocimiento de los procesos de enseñanza aprendizaje. Sin duda, algo que trae al escenario problemáticas que nunca antes fueron vistas de forma tan explícita y amplia en las salas de clases.
Exponer a niños y niñas a espacios de evaluación como ésta no solo implica un momento de agobio emocional para ellos y ellas, sino también, un tiempo de preocupación, sobre exigencia y en algunos casos estrés para profesores y profesoras, sobre todo cuando los resultados de las evaluaciones son vinculados a reconocimientos, valoración de su labor e incluso continuidad laboral.
Si bien la pandemia nos mostró las grandes brechas de conectividad, acceso a recursos didácticos, espacios seguros educativos, necesidad de actualización y acompañamiento técnico pedagógico a docentes, también nos mostró el vacío que existe en cuanto a la consideración de las emociones, la salud mental y el buen trato al interior de las comunidades educativas; vimos como profesores y profesoras buscaban formas de repensar la clase, pero también muchas veces vimos cansancio, frustración y soledad en el proceso. Por todo ello, es de esperar que se comprenda que los resultados de estas evaluaciones no siempre nos dan claridad de los aspectos a abordar de forma más profunda y que, quizás, ya es hora de repensar el cómo apoyar a profesoras y profesores para que no siempre todo dependa de su vocación de servicio. Tal vez el repensar las condiciones, ambientes y apoyos, pueda generar que más jóvenes piensen en estudiar pedagogía, pero mientras tanto, hoy sería adecuado que esta nueva aplicación SIMCE no se transforme es espacios de más carga emocional a estudiantes y familias, menos aún que sirva para la sobre exigencia para profesores y profesoras.
Esta pandemia podría ser una oportunidad de analizar nuevamente la forma de mejorar la educación en nuestro país, abordando aspectos que reconozcan variabilidad y diversidad de contextos, ; considerando a estudiantes, profesores y profesoras desde un enfoque de humano, más allá de las estandarizaciones.

Sandra P. Urra Águila
Directora Psicopedagogía
Directora Educación Parvularia
Universidad Andrés Bello