Una negociación colectiva histórica para el eventualismo
Esta vez me toca muy de cerca esta crónica, ya que la empresa donde me desempeño como trabajador portuario estuvo en plena negociación colectiva.
Aclaro de forma categórica, que está mi opinión y comentarios son un elogio y no una crítica a los dirigentes sindicales del eventualismo ya todos los que integraron esta negociación colectiva, vale decir, a las bases de los sindicatos y sus dirigentes que aprobaron con su voto estos logros, a los representantes del empresariado y las otras personas que participaron en estas conversaciones con tan buenos resultados para los trabajadores eventuales de la empresa Muellaje del Maipo.
Creo sinceramente que los logros adquiridos por el eventualismo en STI han sido históricos, no obstante, la condición de trabajador portuario no se acabara pronto; sin embargo, mejoro considerablemente en varios ítems puntuales; como por ejemplo: La nueva política de contratación del UNO POR UNO. Vale decir; que los cupos, de puestos de trabajo de contratados, que queden disponibles por jubilación, fallecimiento, despidos, renuncias u otras causas; serán ocupados por los trabajadores eventuales con más antigüedad de permanencia en la empresa y que cumplan con el perfil que esta pide (marzo de cada año y sin importar la cantidad cupos disponibles); más la contratación de 20 trabajadores eventuales a corto plazo que cumplan con las condiciones dichas anteriormente. Se destaca además, una incrementación importante en las lucas para las vacaciones de los trabajadores eventuales (cumpliendo 180 turnos), mejoras considerables en cuotas mortuorias, bonos por escolaridad, natalidad; y siendo lo más significativo a mi modo de ver en la calidad de vida del trabajador: La gratuidad o mejor dicho, el valor sin costo del seguro oncológico y del seguro de salud complementario para el trabajador eventual.
Sin embargo, tengo que mencionar que cuando priman los intereses personales y no grupales, cuando las posturas en las personas rebasan el bien grupal, cuando las posiciones realizables y los beneficios comunes pasan a un segundo plano, superados por un incentivo económico mayor, se va por un mal camino en una negociación colectiva; básicamente priman intereses económicos en un porcentaje no muy alto de trabajadores por sobre el logro alcanzado por el colectivo en general e imperan inclinaciones personales y de una frialdad notoria con respecto a muchos de los resultados adquiridos por la mayoría de las bases y del grupo negociador.
No niego, que las lucas sean importantes para brindar una mejor calidad de vida a nuestras familias, no obstante y en estricto rigor, lo más noble y razonable sería reconocer el histórico resultado en esta negociación colectiva desde mi humilde punto de vista en lo que se consiguió para el trabajador eventual de Muellaje del Maipo, versus un par de lucas más o menos, que a la larga puedan dañar la armoniosa sociedad empresario trabajador que existe en la actualidad en la orilla.
HUBERZZA