POESÍA DE MORALES MONTERRÍOS: NUEVOS CAMINOS POÉTICOS DESDE EL LITORAL
Enclavado en un territorio marcado por el slogan de Litoral de los Poetas, Roberto Morales Monterríos (Pueblo Hundido, 1970) ha sabido construir una poética exploratoria, experimental e innovadora que durante este año 2022 lo ha posicionado en lo más destacado de las letras nacionales: en estos 365 días ha publicado la segunda edición de “Poemas de amor del obrero John Lágrimas. Sus grandes éxitos”, la primera edición de una rareza paródica como es el “El Tabo te King”, además de ganar dos premios internacionales, a saber “VII Premio Hispanoamericano de poesía de San Salvador” y el “XXII Premio de Poesía Vicente Núñez en España”.
Los premios los ha logrado con sus libros “Nodo” y “SEDA_SADE”, parte de un meticuloso y profesional trabajo, que pone en tela de juicio la herencia antipoética, ecopoética que se ha venido gestando post Parra: quizás lo antipoético no va por donde nos han dicho, sino que quizás va por donde apuntan estos textos o, al menos, estos textos parecen ser más fieles a dónde hubiera llegado Parra de vivir 200 años. Por consiguiente, “Nodo” y “SEDA_SADE” instalan el principio de desaparición del autor/a, una suerte de silencio del hablante lírico en primera persona, la autoreferencia anulada, el sentimentalismo disminuido y la estructura poética puesta en tela de juicio. Lo de Morales Monterríos es un trabajo sobre las posibilidades no del lenguaje poético, tampoco del lenguaje, sino que de “los lenguajes”; de tal modo, el aforismo toma una fuerza relevante, la discusión tautológica, la fórmula matemática, las teorías físicas, el discurso académico observado desde lo poético, anunciado en sus formas, pero a través del cedazo del humor y la ironía. Sus sentencias breves crean paradojas de tan compleja e intrincada construcción que de los misterios del universo pasamos a las formas gráficas de la letra “g” o a una teoría no solemne sobre el establecimiento de las teorías.
Por otro lado, no por compleja su poesía carece de sencillez, simpleza y ritmo. Cual arquitecto, ha sabido instalar las palabras precisas (las sílabas precisas) en las funciones rítmicas necesarias para que sus textos se lean con soltura y fluidez. El trabajo de las expectativas sobre el texto, gracias a un magistral manejo de las pausas, hace que la lectura no pierda su armonía en el fragor de las temáticas a veces más densas.
La poesía de Morales Monterríos, sin duda, ha traído nuevas brisas y sacudones telúricos a la poesía nacional y castellana en general.
Luis Herrera
@queleo_algarrobo