¿Menos es más? Los multifondos y los fondos generacionales

Al establecerse el sistema de pensiones de capitalización individual en 1981, cada AFP administraba un solo fondo de pensiones. En el año 2000 se sumó el Fondo 2, con una cartera de renta fija cuyo ingreso estaba restringido a afiliados próximos a pensionarse o ya pensionados. En el 2002, con la Ley N°19.795, se incorporaron los multifondos al sistema, con lo cual cada AFP pasó a ofrecer 5 fondos diferenciados según su nivel de riesgo.
La promesa de los multifondos es teóricamente atractiva. Cada afiliado puede escoger el fondo que se adecúe mejor a su edad y a sus preferencias sobre el riesgo. Sin embargo, veinte años más tarde, su evaluación tiene luces y sombras. En particular, dos fenómenos no esperados han generado un impacto indudable en el funcionamiento del Sistema y en la percepción de los propios afiliados: Por una parte, la aparición de sistemas de recomendación (de dudosa eficiencia, según muestran estudios de la Superintendencia de Pensiones), y por otra, el incremento de la volatilidad a nivel de mercado. Las enormes diferencias en las rentabilidades mes a mes entre fondos inducen decisiones apresuradas y traspasos que en muchos casos terminan resultando en pérdidas patrimoniales para los afiliados.
Los desarrollos teóricos en las últimas décadas también han puesto en duda las ventajas de aumentar las opciones de inversión. Se destacan 3 grandes problemas: la falta de conocimiento financiero de las personas, la complejidad de escoger en un entorno de múltiples incertidumbres (ingresos, expectativa de vida) y sesgos de comportamiento, como el retraso en la toma de decisiones, la inercia y la inmovilidad. Todo esto se transforma en un problema enorme en países donde el número de opciones de inversión puede llegar a superar las 800.
Nicholas Barr, uno de los mayores expertos en este tema lo resume con claridad: “Ofrecer un gran número de opciones crea dos problemas: primero, muchas personas no quieren usar el tiempo y la energía necesarios para tomar decisiones, y segundo, las opciones a tomar, don del tipo que prácticamente nadie, incluyéndome, es capaz de manejar”. Su recomendación es la reducción del número de alternativas de inversión, facilitando la comparación y la incorporación de “opciones por defecto”, para personas que prefieren delegar la toma de decisiones.
Algo similar ya existe en Chile. En nuestro sistema, un trabajador o trabajadora que al ingresar no escoge fondo es automáticamente asignado al B. Más tarde, a partir de 35 los años, sus ahorros son trasladados en un periodo de 5 años desde el Fondo B al C y, finalmente, al acercarse la edad de pensión, desde el C al D. Casi la mitad de los afiliados está incluido en este mecanismo
La propuesta del gobierno consiste en eliminar los multifondos y reemplazarlos por Fondos Generacionales (FG), conocidos internacionalmente como “Target Funds”. En este esquema, cada generación que ingresa al sistema es asignado a un fondo cuyas inversiones van cambiando, haciéndose más conservador en la medida de que los participantes se acercan a la edad de retiro. No existe la posibilidad de cambio de fondo, solo de administrador, el que deberá mantener 10 de estos fondos, lo cual permite una trayectoria en el tiempo más suavizada que la del actual sistema de asignación por defecto.
La propuesta no está exenta de problemas. Al existir diferencias de rentabilidad entre los FG, siempre estará presente el caso de afiliados que podrían haber tenido un mejor resultado estando en un FG distinto.
Los Fondos Generacionales son una iniciativa que va en línea con las recomendaciones más recientes y permiten preservar algunas de las ventajas que ofrece el sistema de multifondos, pero al mismo tiempo elimina los problemas que hemos observado en los últimos años. A veces “menos es más”.

Gonzalo Islas Decano Facultad de Ingeniería y Negocios Universidad de Las Américas