Instituto Psicopedagógico creó menú inclusivo para conocida fuente de soda Juanita de Barrancas

La idea nació de la directora del establecimiento, siendo implementada por la fonoaudióloga Marta Céspedes, utilizando además la oportunidad que uno de sus estudiantes es familiar de los dueños de la fuente de soda Juanita, donde se entregó el primer menú.
Como una forma de seguir impulsando la inclusión es que el Instituto Psicopedagógico quiso crear un menú, que permita a las personas que tienen problemas de comunicación, pedir sus productos de forma independiente.
Marta Céspedes, fonoaudióloga del establecimiento, explicó que, “la idea surge por la tía Miriam (Cortes), la directora del Psicopedagógico, quien tuvo la inquietud, un poco orientado a visibilizar hacia la inclusión y que nosotros como escuela podamos aportar a la comunidad desde una mirada a la inclusión y podamos aportar y visibilizar que es realmente lo que es la inclusión, porque muchas veces nos quedamos en la palabra no más. Entonces, ella tiene la idea y me lo propone a mí para concretarlo, pensando también que tenemos un alumno en el Psicopedagógico, que es el nieto de la dueña de la fuente de soda Juanita. Por eso es que se hace la conexión directa, porque tenemos un alumno y pensamos que podríamos concretar este menú inclusivo a través de ellos”.
Esta es una acción concreta que se espera pueda aportar a la inclusión, siendo desarrollada en un extenso proceso, el cual buscó ser fácil de acceder para las personas, todo también en base al menú del local.
“La verdad es que yo pedí el menú de la fuente de soda, donde venía mucha palabra, mucho precio y me tuve que ir por ejemplo que el Juanita tiene sándwich con dos tipos de pan, que pueden ser pan frica o de molde. Entonces, la idea fue crear un menú donde la persona pudiera seleccionar que elementos en su sándwich o su completo y ahí empecé a organizar. La idea fue ponerme en los zapatos de una persona con una barrera de idioma o con una barrera en la parte cognitiva, buscando una estrategia de cómo una persona, que por ejemplo quiere un pan con palta y tomate, como dice que solo quiere esos elementos. De ahí empezamos a buscar un ajuste, la manera más rápida y comprensible para que una persona con algún tipo de barrera pudiera expresar lo que quería, desde la mirada de la persona con dificultad. No fue algo fácil, pero estamos contentos con los resultados”, añadió la profesional.
La semana pasada se hizo entrega a la fuente de soda de avenida Barros Luco de este menú inclusivo, el cual hasta el momento ha tenido buenos comentarios según lo que ha conocido el instituto. Se espera que con esto, otros locales puedan acercarse al establecimiento y tal vez buscar la forma de también contar con su propio menú inclusivo.
Estas iniciativas además significan importantes avances para las mismas personas que tienen esta barrera para expresarse, lo que además los empodera y genera mayor seguridad, sintiéndose como en espacios como estos, que generan instancias para apoyarlos y atenderlos acorde a sus necesidades.
“La verdad es que quedamos bien contentos con el resultados, porque creemos que se puede considerar esto un impacto positivo en la sociedad. Pasa y tenemos testimonios de gente y papás que tienen hijos con necesidades educativas especiales, llevarlos a un restaurant y de repente no se les pasa ni siquiera la carta, incluso a los adultos. Entonces, también se sienten excluidos en esos contextos sociales, porque si les pasan la carta, no van a poder decidir por ellos y termina siendo el acompañante el que decide por la otra persona y hay muchas personas que son adultas y requieren también de su independencia, hacer algo tan básico como en un restaurant pedir lo que quieren comer, que es algo tan básico y cotidiano para nosotros, pero para otros no es tan cotidiano y de forma autónoma no podrían ir a un restaurant, ver la carta y elegir lo que quieren. Entonces, creo que esta forma más simple de plantear un menú, facilita el autoestima, su autonomía, que se sientan parte de una sociedad y que no se sientan tan excluido en este tipo de cosas tan cotidianas”, recalcó Céspedes.
Fuente de soda Juanita
Oscar Francesetti, hijo de Olga Fernández, dueña de la fuente de soda, señaló que la idea desde un principio les pareció buena, pero, que ha resultado mejor de lo esperado.
«Mi sobrino está en el Instituto y nos plantearon que se trataba de facilitar la elección del menú para las personas que tienen alguna discapacidad pero resulta que también es muy útil para los niños más pequeños que no saben exactamente cómo pedir lo que quieren, por lo cual ver los dibujos les facilita muchos las cosas, así que tiene doble mérito la iniciativa».
Finalmente, dado el éxito de la iniciativa, Oscar Francesetti hizo un llamado a otros establecimientos similares a hacerse parte de la iniciativa, ya que, además de ayudar a muchas personas, les hará más fácil el tomar los pedidos.