Riesgo moral: que Dios nos pille confesados

Gracias al reciente default de Sillicon Valley Bank, aparece lo que se denomina como “riesgo moral”. En Chile, este concepto es una preocupación importante, ya que puede tener consecuencias negativas para la estabilidad del sistema financiero y la economía en su conjunto, tal como se vio en EE. UU., donde incluso bancos que estaban alejados de la realidad de Sillicon Valley, como Bank of America o Wells Fargo, se vieron afectados.
En este sentido, el riesgo moral se refiere a la situación en la que una institución financiera toma decisiones arriesgadas porque sabe que no será responsable de las consecuencias negativas de dichas decisiones. Una de las formas más comunes de manifestarse es a través del otorgamiento de préstamos “arriesgados” a empresas o personas que tienen un historial de crédito deficiente o no cuentan con los recursos necesarios para pagar los préstamos en su totalidad. Estas entidades pueden estar tentadas a hacer esto porque saben que, si los préstamos no son pagados, pueden contar con apoyo para cubrir las perdidas, por lo cual el flujo estaría de igual manera generado.
Otra forma en que se manifiesta el riesgo moral es a través del comportamiento imprudente de los inversores y las instituciones financieras en la búsqueda de mayores ganancias. Esto puede llevar a la toma de decisiones arriesgadas, como participar en prácticas financieras no éticas con consecuencias negativas.
En Chile, el riesgo moral en las instituciones financieras ha sido un tema de preocupación en los últimos años. En 2016, el Banco Central estableció límites a la cantidad de préstamos que estas entidades pueden otorgar a un solo prestatario e instruyeron requisitos más estrictos para la evaluación de riesgos crediticios. Además, en 2020 implementó medidas adicionales para reducir el riesgo moral en el sistema financiero, destacando la exigencia de una mayor transparencia en la divulgación de información cambista.
El riesgo moral es un problema que puede tener consecuencias negativas para la estabilidad de la economía. Aunque se han implementado acciones para combatirlo, es importante seguir monitoreando la situación. Si no, que Dios nos pille confesados y en Chile se replica un Sillicon Valley Bank.

Francisco León Académico Escuela de Auditoría Universidad de Las Américas